martes, 11 de abril de 2023

2320 (M 11/4/2023) Sueltos ajenos (II)

Sobre nuestra relativa pertenencia de los demás, Irene Vallejo reflexiona: Deseamos —cómo deseamos— pertenecer, ser aceptados. Queremos que nos acojan, pero en cuanto nos sentimos integrados empezamos a excluir a otros. La argamasa de las alianzas es, demasiadas veces, la enemistad compartida. Las identidades nacen con una opinión muy favorable de sí mismas, pero crecen con una mirada hostil hacia los diferentes, marginar al frágil refuerza la solidez del clan.

La familia, la mejor mentira jamás contada: los hilos que la sostienen, la estrechan y la enmarañan. Dicen que uno ama como lo amaron en la infancia, según Laura Ferrero. “Miramos el mundo una sola vez, en la infancia. El resto es memoria”. “La familia, esa entidad extraña y misteriosa que se fundamenta, en realidad, en un deseo tan antiguo como el mundo: el de pertenecer.”

En la Palestina sometida a Roma la pena de crucifixión se aplicaba casi en exclusiva a los rebeldes políticos, lo que permite inferir que los dos crucificados junto a Jesús no fueron simples “ladrones” sino patriotas, insurrectos, luchadores por la libertad de su nación. El título de la cruz de Jesús rezaba: “Rey de los judíos”. Así se entiende el porqué de los tres crucificados juntos: enemigos de Roma.

Efectos de la histeria religiosa: Gustavo O. ha sido detenido por asesinar a su novio, Pedro, en una casa llena de elementos religiosos porque, según ha contado a la policía, su pareja estaba “maldita”. El cadáver, de 54 años, tenía tres destornilladores clavados en distintas partes del cuerpo.

De David Trueba: "Esta semana hemos discutido mucho sobre la carta que unos expertos en tecnología han escrito a los gobiernos reclamando una paralización de los avances en el desarrollo de la inteligencia artificial. También hemos debatido sobre los llamados vientres de alquiler e hijos por encargo. El resumen de ambos asuntos podría ser el mismo que el de la prohibición por referéndum de los patinetes eléctricos en París: los seres humanos nos tenemos miedo a nosotros mismos, pues sin regulación podemos llegar a ser monstruosos."

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