Georgia fue clave hace dos años cuando, con el voto añadido de la vicepresidenta del Gobierno, los demócratas consiguieron la mayoría (51/50) de su escaño en el Senado. Si la elección es para 6 años ¿cómo es que ahora, a los dos años de aquello, el escaño de Georgia esté de nuevo en juego?
Respuesta:
El Rev. Raphael Warnock fue elegido pero no por seis años sino por dos, que eran los que le quedaban de mandato al senador que era republicano y tuvo que retirarse de la actividad política por causa de un cáncer. (¿Y no lo sustituyeron directamente por otro republicano?) Warnock tiene ahora que competir de nuevo por el escaño pero para un mandato de seis años, contra el candidato republicano Herschel Walker, un exjugador de fútbol americano, estúpido reconocido, violento y declarado abortista que costeaba los gastos por los abortos de sus aventuras sentimentales, cuyo único mérito es su ciega obediencia y sumisión a las consignas de su partido.
El escrutinio en la Cámara Alta arroja las cifras de 49/48 a favor de los demócratas, pero no es suficiente por no alcanzar el 51 de asientos mínimos que se requiere (o 50 en el caso de los demócratas, ya que contarían con el voto de calidad añadido de la Vicepresidenta), por lo que tendrán que enfrentarse de nuevo en Georgia el próximo 6 de diciembre. Ganando en este Estado los demócratas consiguen la mayoría en el Senado.
Así pues, en Georgia los demócratas pueden guardar los muebles y el resto del mundo dormir más tranquilos pues, aunque hayan perdido en la Cámara Baja, el Senado ejerce funciones que permitirán a Biden gobernar, a pesar de los previsibles recortes que sufrirán sus proyectos y los palos en las ruedas que los republicanos le pondrán en el Congreso (por ejemplo, en la ayuda a Ukrania).
La confrontación entre Warnock y Walker resulta penosa y patética, además de degradar la imagen del Estado de Georgia. Es la política, estúpido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario