El yihadismo https://elpais.com/opinion/2021-09-11/sin-avances-contra-el-yihadismo.html
Veinte años después del desastre del 11/9/2001, la ideología que destruyó las Torres Gemelas sigue presente y las democracias no han dado aún con estrategias de lucha eficaces y a la vez irrenunciablemente compatibles con su propia naturaleza, la del Estado de Derecho. Hay que destruir el odio de raíz, anteponiendo el laicismo sobre los fanáticos sentimientos religiosos, y eso no se hace con bombas sino en las escuelas, civiles, no madrasas. Pero cómo?
Al Qaeda https://elpais.com/opinion/2021-09-11/al-qaeda-entonces-y-ahora.html
Para el salafismo yihadista el concepto islámico de yihad debe ser entendido en su acepción belicosa y justifica el terrorismo con el objetivo de instaurar un califato panislámico fundamentalista. Este yihadismo global, que paradójicamente se ha descentralizado en diversas regiones, ha evolucionado desde sus orígenes como Al Qaeda cuya ideología y fanatismo conservan.
Su mando central opera desde 2002 en el
noroeste de Pakistán y zonas adyacentes de Afganistán, protegidos por talibanes,
con Ayman al Zawahiri como máximo dirigente. Sus seis ramas territoriales, en el
Magreb, el conjunto de Africa occidental, en Oriente Medio y en el este de
Africa, gozan de una autonomía operativa considerable. De su actividad en
Europa destacan el 11-M en Madrid o el 7-J en Londres. En el 2013 se extendió a
Mali y Somalia. En el objetivo del yihadismo global compiten con la que fue su
rama iraquí, convertida en ISIS (Estado Islámico).
El
11-S 2001 sus militantes eran una decenas de miles. Hoy son cinco veces más. En
el yihadismo global existen hoy más organizaciones asociadas con Al Qaeda que
hace 20 años.
17 policías
ante una misión imposible
Así reza el titular de un reportaje de Patricia Ortega Dolz. https://elpais.com/espana/2021-09-11/17-policias-ante-una-mision-imposible.html
El 15 de agosto los integristas islámicos
tomaron Kabul, cuando en la base de la OTAN apenas quedaban 2.000
soldados estadounidenses que se encargaban de la seguridad. 17 agentes de la
Policía Nacional, que conformaban el cuerpo de seguridad de la Embajada de
España en Afganistán, fueron los encargados de evacuar 2.200 personas desde Kabul.
Unos
cientos de soldados turcos de la base de la OTAN eran los que distribuían todo:
espacios, barracones, literas, raciones de comida (de combate), agua…; había
quien tenía coches, quien tenía gasolina, quienes tenían tarjetas de teléfono
afganas que funcionaban mejor en determinados momentos, quien conocía a alguien
que controlaba alguna de las puertas de acceso al aeropuerto...”. En pocas
horas los 17 agentes lograron tejer una red logística para coordinar una
evacuación masiva de gente. “Lo mismo le hacíamos un puente a un vehículo para
ponerlo en marcha que abríamos una vía de entrada por donde sabíamos que había
una alcantarilla”, cuentan. Hasta 300 personas accedieron a la base por ese
improvisado canal.
El
operativo de evacuación duró 10 días. Interminables jornadas en las que 17
hombres de entre 37 y 46 años asumieron -mientras llegaron los refuerzos (tres
policías más y 110 militares)- no sólo su obligación de salvaguardar la vida de
los responsables de la legación diplomática y de los españoles ligados a ella,
sino la misión imposible de rescatar a todos los colaboradores afganos, amenazados por el nuevo gobierno talibán.
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