La vida de los demás, del persa Mohammad Rasoulof, cuatro historias (a cual más impactante) de la vida diaria en Irán donde la pena de muerte forma parte de la realidad cotidiana. Sabor al El Verdugo de Berlanga, pero sin complacencias.
El teléfono del viento (There is no evil) del japonés Nobuhiro Suwa que, en el marco del desastre nuclear de Fukushima, causado por el terremoto/tsunami del 2011, construye un magnífico relato poético (con base real) de 2h 20’ que más de uno lo acortaría en 50’ por resultarle excesivamente lento. Quizás lo que ocurrió es que el director (si non e vero e ben trovato) rodó el último plano (o secuencia, desde la parada del interurbano) antes que el resto de la película, para impregnarla de su sensibilidad (yo la habría rodado así) y lo que pudo ocurrirle es que la lentitud necesaria de esa imagen le indujera a que toda la película tuviera el mismo tono.
El olvido que seremos, de Fernando Trueba, lástima que a Javier
Cámara la dirección le
reprimiera con una representación tan contenida.
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