domingo, 25 de agosto de 2019

1915 (D 25/8/19) La penúltima de Tarantino

Tarantino puede hacer lo que quiera. Porque, como me ocurre con Pedro Almodóvar, voy a seguir viendo sus películas.
     De ésta, Erase una vez en Hollywood, se ha escrito tanto que sólo intentaré decir algo nuevo. Leonardo di Caprio, actor en declive; Brad Pitt, su doble y especialista; Margot Robbie, pretendida Sharon Tate; AlPacino, productor de spaghetti westerns…, vale. Sobresaliente la hippy (Margaret Qualley) que liga haciendo autostop, Sharon Tate (Margot Robbie) viéndose en la pantalla de un cine de barrio, o la secuencia puro western en la que Brad Pitt visita el poblado de los hippies, o la de di Caprio cuando toma de rehén a una chiquilla…, escena en que merece el elogio del director de cine que rueda el film dentro de la película. Cuando Leonardo di Caprio actúa de villano y enloquece se convierte un poco en Nicholson. Pero entiendo que la crítica fuera adversa en Hollywood y que en Cannes no se comiera una rosca. Porque de las 2h 45’ que dura le sobra 1h 15’.
Y es que no es una película sino que son dos: una, la del actor en declive, genial, como todo lo de Tarantino, y la otra, una caprichosa pirueta sin venir a cuento de la masacre perpetrada en la casa de Polanski, que ni siquiera ocurre allí pues los sicarios de Manson se equivocan de dirección (¿!?, sic) y entran en la casa de di Caprio donde son ellos los masacrados. Roman Polanski hace de cameo unos segundos cuatro o cinco veces a cual más innecesaria… Y no es que esa segunda película paralela sea mala (cómo podría serlo siendo de Tarantino?), sino que no tiene nada que ver con la historia principal, a la que se une artificialmente con la secuencia de la visita de Brad Pitt al poblado de los hippies.
       Si no es ésta su película más caprichosa, es la que más se le nota. Para eso es suya. Y para brindar por el cine... de Hollywood?, bueno, o de donde sea. Por eso parece un montaje de descartes, como le gustaba hacer a Orson Wells, de casi gags o minirelatos que quedan inconclusos porque maldita la falta que hace rematarlos. 
   Así que lo dicho, esperaremos la próxima (última?).

No hay comentarios:

Publicar un comentario