No sé cuántos votos le darán a VOX. Pero sé que ya ganado:
arrastrando a C,s y al PP desde un pretendido centro hasta la extrema derecha.
Hay una ley física
que nos avisa de que a toda fuerza aplicada corresponde una reacción o resistencia.
Es lo que ha pasado con la irrupción de VOX en la palestra política, que ha
forzado una reacción, casi física, de aquellos partidos que escondían su propia
Vox dentro de ellos mismos y que se ha asomado al exterior en cuanto han visto
la ocasión de hacerlo.
Cuando a una tribu
se le ocurrió formar un ejército para conquistar territorios ajenos, que se
convertían así en enemigos, todos los demás, por pacíficos que fueran, tuvieron
que armarse para defenderse.
Por lo mismo, y ya
en otro terreno de tremenda actualidad, cuando un país se protege con aranceles
que encarezcan los productos extranjeros en defensa de los propios, todos los
demás tienen que armarse de aranceles, con lo cual todos nos encarecemos sin
que nadie le saque beneficio (fuera del que los cobra, que es el Estado). Y
cuando queramos darnos cuenta, con lo bien que estábamos antes, viene un
zumbado y trastorna los mercados, mandando todo al carajo, como lo ha hecho el
chulo impresentable de Trump, y a ver quién y cómo llega ahora alguno para
arreglarlo. Y cuando el enfrentamiento se produce entre dos colosos, uno le
muerde al otro en el cuello mientras éste le retuerce al otro el pie, o sea,
uno impone una red virtual al otro que se defiende negándose a venderle la
materia prima que el primero necesita para fabricar los móviles…, al final quedamos
todos bloqueados, boqueando y asfixiados.
Porque eso es lo
que está pasando con las decisiones unilaterales del Impresentable en contra de
cualquier consenso internacional vigente, sea en el tema comercial o el de
armas nucleares: que forzando situaciones provocará unas reacciones que sin
duda nos afectarán a todos.
Digo esto porque el yanqui se está pasado cien
pueblos. Ahora declara a Huawei enemigo mortal de USA, lo que presiona, o
induce, a Google a bloquear sus actualizaciones a esta marca de móvil. Y de
inmediato los usuarios de Huawei han entrado en pánico, mientras Huawei acelera
su creación de un programa propio que reemplace a Android. Por otra parte, ¿y si China se venga
con el iPhone? Apple puede perder mucho en la guerra de Huawei. En
todo caso, lo que se está jugando aquí es el protagonismo internacional de
ambas potencias.

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