1769 (V 29/3/19) El Minotauro

“La depouille du Minotaure en costume d’Arlequin (1936) es un telón de teatro de casi 9 metros de alto por 13,25 de ancho, alrededor del cual se reconvirtió, hace 19 años, el antiguo matadero de Toulouse en Les Abattoirs, zona que acogió a casi medio millón de refugiados españoles en ocho campos de concentración”, tras nuestra guerra civil, reza la noticia que se ilustra con este cuadro de Picasso para quien el Minotauro más que un referente y un motivo reiterado de sus cuadros era casi una obsesión.

Cuenta el mito que Teseo, hijo de Egeo, rey de Atenas, se ofreció como voluntario para, junto con 13 jóvenes más, 7 chicos y 7 chicas, ser sacrificado en el laberinto de Creta, como tributo debido por Atenas a la isla. Laberinto viene de labrys, suelo de damero donde se realizaban los sacrificios. Allí mató Teseo al Minotauro, dice el mito ático, de donde pudo escapar con la ayuda de Ariadna, sacerdotisa de la diosa, que dejó un hilo de oro desde la entrada para ayudarle a acertar con la salida. Al llegar a la isla de Naxos, Teseo la “abandonó”. En realidad Ariadna se negó a acompañarle por pertenecer Naxos a los dominios de Creta y mudarse a Atenas habría implicado someterse al dominio del varón, ella que provenía de una sociedad maternal y matrilineal.

  Pero quién o qué era el Minotauro?

      Minos era el nombre del linaje del rey de Creta en los años 1500/1200 a.d.n.e. El sufijo de Tauro nos indica que emparejaba con la Vaca Pasífae, sacerdotisa de la Madre Gea en una sociedad maternal (evito el adjetivo "matriarcal" para eludir su posible asociación con el término "patriarcal" cuyas connotaciones no le cuadrarían). El sacrificio ritual lo sería de Minos-tauro a manos de la sacerdotisa Pasífae representante de la diosa Madre, por lo que la escapada de Teseo parece más bien propia de un mito ad hoc (ático) para ensalzar la figura del héroe ateniense.
      (En todo caso puede que fuera con Teseo que Atenas se liberara del tributo cretense )