martes, 24 de abril de 2018

1574 (M 24/4/18) Cambios en el desarrollo

Todo desarrollo implica cambios, pues al evolucionar en el tiempo lo de ayer se quedó atrás y lo nuevo lo es por contraposición a lo viejo. En apoyo de esta evidente tontería ahí están las arrugas con que nos marca el tiempo y la pérdida de agilidad que acusan nuestros cuerpos.
        Pero no aceptamos la idea de que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que realmente pasa es que lo pasado fue distinto. Y ahí tenemos las gafas, las corbatas, los pañuelos, los calcetines, que el hombre primitivo, el de las cuevas, seguro que no los conocía. Por no tener no tenían ni carreteras por lo que en lugar de caminos para andar tenían que andar para hacer camino. A veces a machetazos, y eso sólo cuando por fin consiguieron desarrollarse para poder tener machetes.
      Hay que ver lo que hemos cambiado. Yo no puedo imaginarme a un homínido peludo tecleando los móviles, tenían los dedos demasiado gruesos. Ni a una homínida peluda maquillándose las cejas. No tenían espejos. Espejos, eso, otro hito en nuestro desarrollo.
         Los cambios no sólo modifican a los que los “sufren” sino que también los inducen a otros cambios en una cadena que no se sabe dónde terminará. Así los móviles están cambiando incluso la escritura.
          Así que aceptemos de una vez que el que rechaza los cambios reniega de su naturaleza, por fuerte que esto parezca. El cambio está ahí. Y punto. (A punto he estado de añadir: y vino para quedarse).
     Los conservadores rechazan los cambios (menos cuando se trata de un incremento en los saldos de sus cuentas) mientras que los progres los fuerzan para mejorar sus condiciones de vida, la personal y la colectiva. (Y yo que voy de progre y acudo siempre a la misma cafetería y me perturba cambiar de pared un cuadro que lleva donde está toda la vida…)

            (Y a mí que me hizo gracia esta idea cuando se me ocurrió…)

No hay comentarios:

Publicar un comentario