sábado, 17 de diciembre de 2016

1340 (S 17/12/16) El Opus en el banquillo y de capa caída

Hace unos días falleció el jerarca prelado del Opus Dei, Javier Echevarría. Dios lo tenga en su gloria.
    Malos tiempos para el Opus que ya no es lo que era. Su camino por la Banca se ha extraviado, en Roma han perdido poder y  en España ni te cuento. Sus bancos en España fueron el Popular y el Atlántico.
    A patadas están los consejeros del Banco Popular que echan de menos a Luis Valls Taberner y a Rafael Termes, y a patadas echaron a Molins, Ferrer Bonsoms y luego a Ruiz Mateos del Atlántico, que fue entregado en bandeja al Sabadell, banca comercial (descuento de papel…) enriquecida con el know how de operaciones en divisas y extranjero del banco catalán otrora reconocido y ahora deglutido.
    El art. 151 de la constitución del Opus Dei, redactada en 1950, acepta la naturaleza sectaria de la institución al ordenar que “los miembros numerarios y supernumerarios deberán observar siempre un prudente silencio sobre los nombres de los otros asociados no debiendo revelar nunca a nadie que ellos mismos pertenecen al Opus Dei”. A título de ejemplo citamos al Fiscal General de Estado Eduardo Torres Dulce, al ex-ministro de Defensa Pedro Morenés o a la ministra de Sanidad Ana Mato (que imagino que, cumpliendo el reglamento, no se reconocerían como colegas cuando se cruzaban por los pasillos del Congreso).
    En España, bastión de las esencias morales y cristianas, el Opus quiso afianzarse con varios ministros en el Gobierno, de los cuales dos han salido… rechazados hasta por el sistema. A uno, Wert, lo metieron con calzador en la embajada española ante la OCDE y a Fdez. Díaz no sabían dónde meterlo hasta que lo encajaron en la Comisión parlamentaria de Exteriores.
     Y qué va a hacer ahora el Opus sin sus bancos donde meter sus dineros?

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