1. Mas
O sea, que está tó podrío, el mundo político, y hay que regenerarlo desde cero. El
paisaje que nos rodea es de ruina y desolación moral. Lo venimos diciendo a lo
largo del blog, de un modo repetitivo, pero ahora vamos a refrendarlo con un
texto entresacado del libro Qué hacer con
España, de César Molinas. Lo básico es que los políticos persiguen su
interés particular por encima del interés general (por eso repiten tanto lo
contrario), conformando la “elite extractiva” que provoca burbujas de un modo
compulsivo, pues en ellas esquilman las rentas (ahorros o ingresos) de los
demás. Y eso lo vemos al comprobar que son los culpables de las cuatro causas-burbujas
principales de nuestra crisis: la
burbuja inmobiliaria, el colapso de las Cajas de Ahorro saqueadas y manipuladas
para beneficio personal y para la financiación de los partidos, la burbuja de
las energías renovables (adeudan 24.000 millones €) y la burbuja de las
infraestructuras faraónicas e innecesarias (aeropuertos de Castellón y Ciudad
Real, autopistas de Madrid…, 3.000 millones € mínimo). Las 17 Comunidades
Autónomas han inundado el país de entidades públicas cuyo objetivo principal, y
a veces único, es generar nóminas y dietas para familiares, nepotes y amigos.
Han secuestrado y saqueado las cajas, cuya gestión usurparon a los
profesionales de la banca, y montaron promociones y obras faraónicas en planes
urbanísticos diseñados con el fin de llenar sus arcas y las de los
comisionistas (incluidos los políticos y los partidos). Todo el país es una red de corrupción, creada, mantenida y explotada
por los políticos, por medio de las Cajas y promociones inmobiliarias
que han dejado patas arriba. En apoyo de su imagen y propaganda nos han robado
las telecomunicaciones y han politizado y podrido instituciones del Estado como
el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder
Judicial, el Banco de España, el CNMV…, vaciando de contenido al Parlamento
(todo por decreto-ley y nada de Comisiones de control: el circo de la
investigación sobre Bankia es el paradigma de las pantomimas.) Y todo por qué?
Por la crisis, ella es la causa de todo, sobrevenida desde fuera, aquí nadie
tiene la culpa de nada, porque aquí nun-ca-pa-sa-na-da. Hay que hacer que los
políticos respondan ante sus votantes (listas abiertas, sistema mayoritario) y
no ante la cúpula de sus partidos lo que les impide ver otra realidad que no
sea su propio ombligo. Además de limitar sus mandatos, aplicar las primarias
para todos los cargos, controlar sus privilegios, dar libertad al diputado para
que vote en conciencia, y no sometido al partido. La política es un modus vivendi en la que todos son
cómplices y se cubren, no respondiendo ninguno de nada. Y se han blindado
haciéndose casta. Actualmente,
con un desprecio olímpico de la ciencia y de la educación, se han sentado a la
puerta de su casa a ver pasar el cadáver de la Crisis. El mal es ya incurable.
La regeneración tiene que ser total.
Aprovechando
el clímax de la impresionante manifestación de Barcelona, Artur Mas se monta en
el carro y pretende dirigirlo y con él hacer carrera. Artur Mas no venía pels diners, tú, qué va, venía por cuestión de status (que no de estatuts), eso les he oído. Lo que no ha
evitado que discutieran el pacto fiscal, la redistribución, de los ingresos, el
reparto regional del rescate de Bruselas… y la última factura… Ahora se llama
status. En realidad es verdad que NO venía para nada… que no fuera un NO a
cualquier exigencia catalana. Y si le hubieran concedido algo, Mas habría
exigido más para conseguir el NO que necesitaba llevarse de vuelta a casa. Para
con ese NO de Madrid, o sea de España, convocar a sus fieles catalanes y armar
la marimorena, quiero decir las urnas, en las cuales arrasarán en las
inmediatas elecciones a los partidos no nacionalistas, sino nacionales. Hay que
aprovechar la tormenta del día de la Diada y subirse cuanto antes a la cresta
de la ola. Que no sabe surfear? pues
ya recibirá un curso intensivo desde aquí a las elecciones. Que le ponen
obstáculos? surfeando sorteará cualquier
dique que le pongan por delante. Que en qué me baso para decir todo esto? En
nada, si puede que no sea cierto, pero cualquier otra información no sería
mejor que ésta, porque ésta que acabo de inventarme si non e vera e bene trovata (aunque no fuera cierta valdría por
estar bien contada).
2. Carrillo comunista
Vaya por delante que nunca me ha gustado el partido
comunista. Pero no por sus objetivos (comunidad igualitaria, que a ésa sí que
me apunto) sino por sus métodos, tanto políticos (nacionalización de todos los
recursos de producción) como personales (los dictados de Pekín y Moscú no
dejaban espacio para el propio pensamiento). De Carrillo todos se deshacen en elogios.
Ya sabemos que de mortuis nihil nisi bene,
no digamos de ellos más que maravillas, no sea que nos oigan y a saber cómo
pueden reaccionar. De otro modo no se explica que enemigos viscerales que
habrían escupido sobre su cadáver le rindan pleitesía y babeen encomiando su
histórica figura y generosidad. Yo quiero resaltar un solo punto, su independencia
de Moscú, y tres efectos verdaderos que le quiero agradecer: su auto-liberación de
dictados de la cúpula de su partido, el que como consecuencia de lo anterior pudiera ayudar a hacer viable la transición de los 70 con su tolerancia, y la fidelidad que mostró siempre al partido
(bandera o pensamiento) del cual se liberó.
3. La metástasis de la política como mal sistémico
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