1. Ecos del blog
Son ya demasiadas las propuestas que se vienen haciendo en este
blog cuyo eco me despierta en otros medios y personas, políticos o autores. Por
ejemplo, lo de la falta de legitimación del ejercicio
del poder por este gobierno, al haber mentido descarada y totalmente en sus
promesas de la campaña electoral. Y como consecuencia la necesidad, que este
gobierno jamás aceptará, de relegitimarse con un referéndum. En esto hemos venido iniistiendo desde hace semanas. Pues bien lo he visto repetido por personajes como Alfonso Guerra o Cayo Lara,
o por autores como Javier Cercas, Almudena Grandes o Javier Marías. Han sido
muchas las veces que me he visto "plagiado" (sobre todo en mi etapa
de cineasta) pero nunca me he sentido agraviado ni se me ha ocurrido
"defenderme" y menos aún acudir a los tribunales, pues estoy
convencido de que, sin perjuicio de la necesidad del copyright, en mi caso mis
ideas dejan de tener autor cuando, una vez expresadas, son aceptadas por
quienes las hacen suyas. Lo cual no me irrita sino todo lo contrario, me
halaga. (La escasez de ideas originales y/o eficaces provoca su apropiación
ajena de inmediato como puede verse en el ejemplo que cuento en la entrada
siguiente.) Por otra parte, ya sé que no debo atribuirme la propiedad intelectual
de estas iniciativas que están al alcance de cualquiera (que tenga dos
dedos de frente), pero que queréis que os diga, que al verlas
"recogidas" por otros (glup, perdon), posteriormente, uno se
siente así como bien. Porque no me digáis que no tiene gracia el que, tras
denunciar aquí al calzonazos Mario Draghi por achantarse el BCE ante el BCA
(ver entrada 427.1 del 27/8), el italiano del BCE se haya crecido y le haya
mojado la oreja al del Banco Central Alemán. O que George Soros se apunte al
euro latino como zona separada tal como osadamente se ha propuesto días atrás
en este blog. El último eco fue que, al día siguiente de que nosotros exigiéramos
a gritos que despidan a patadas al cornúpeta Jens Wiedmann del Bundesbank, si
es que Europa quiere sobrevivir, el nota presentó su dimisión… que la Merkel no
le aceptó. Lo que no me hace pensar que el Mon-Toro alemán leyera este blog y
mucho menos que le interese lo que yo pueda pensar de él. También he pedido que
despidan a nuestro presidente del gobierno y ahí sigue, hecho un dandy,
o un don Tancredo de la política, que es que no se despeina.
2. Plagio o difusión cultural?
Que en América conocieran el bronce, los rituales agrícolas
mesopotámicos, las pirámides egipcias, me parece más fácil atribuirlo a la
difusión cultural que a una generación autóctona de esos inventos, como
pretenden muchos antropólogos, entre los cuales Toynbee . Y, si no, ¿por qué
después del año 3000 de pronto se corta la comunicación entre Mesopotamia y
Alaska (algo pasaría en el estrecho de Bering o en el Tibet) y ya no se importa
ni la rueda, ni el hierro, ni el arco de medio punto…? Gracias a la difusión
cultural se aproximan los pueblos entre sí. Si en Grecia no tenían trigo y en
el Cáucaso sí, los griegos se inventan que los del Mar Negro les han robado el vellocino de
oro (la piel del cordero que vestía Zeus en Lafistia, Tesalia, que hacía llover
pero parece ser que últimamente no tanto), y para allá que marcha Jasón con los
argonautas para rescatarlo. Cualquier idea, invento tecnológico o ritual que parecía eficaz para el grupo
que lo inventó se difundía como la pólvora, de inmediato. La domesticación del
trigo consolidada en Mesopotamia en el año 6000 se difundió hasta China y
España en el plazo de 3000 años, a 1 km por año, algo vertiginoso para los tiempos
que corrían. Pues bien, el plagio literario algo debe tener de eso. Les cuento,
un ejemplo. Una tarde del año 76 en Barcelona en una tertulia entre amigos les
conté una idea que tenía para un cortometraje: en el patio de un Banco hay un
altar con una gran moneda del Dólar con velas ante la cual se arrodillan los clientes
antes de llegar a la ventanilla donde un sacerdote (bancario) les coloca el
dinero sobre la lengua, mientras susurra Corpus
Domini nostri… Bien. Querrán creerme que al día siguiente, al día siguiente,
repito, lo leyera yo en la prensa, la historia tal cual?
3. Ajustes para todos
Los echo de menos en los políticos (sus privilegios, entre los cuales
las incontroladas dietas), los eclesiásticos (su hipocresía y su codicia) o los
futbolistas (los de alta "competición"). Si todos tenemos que
ajustarnos el cinturón del equilibrio presupuestario, ¿por qué a los clubs de fútbol se les deja
campar por sus respetos y demorar tantos millones a Hacienda y a la Seguridad
Social? Y sobre todo, ¿cómo es posible que pagando millonadas a los futbolistas
de elite, encima los clubs reciban subvenciones de los fondos públicos? Y
es que está visto que aquí cuanto menos tienes más te quitan y cuanto más tienes
más te condonan o te regalan.
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