Hoy tocan cultos y rituales
1. El Nowruz persa
En estos días que los gobiernos están hablando de la guerra, una forma de intimidación y agresión que con frecuencia se intercambia entre políticos, la gente de este antiguo país se preparan para dar la bienvenida al Nowruz. Nowruz, que es una fiesta antigua de Irán, ampliamente conocido como el Año Nuevo persa en el calendario iraní, y que marca el equinoccio, el primer día de la primavera, es celebrado por los pueblos de Irán y los persas que se han extendido a muchas otras partes del mundo, como Asia Central, Cáucaso, Asia del Sur, noroeste de China, Crimea y algunos grupos en los Balcanes, lo que abarca Afganistán, Albania, Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Iraq, Kazajstán, Kosovo, Kirguistán, Siria, Tayikistán, Turquía, Turkmenistán y Uzbekistán, países todos ellos con más de 3.000 años de historia en su acervo cultural. Nowruz ha sido añadido recientemente a la Lista de la UNESCO del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Y la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2010 reconoció el 21 de marzo como el Día Internacional de Nowruz. Durante tres mil años de historia del mundo y con más de trescientos millones de personas hoy en día, Nowruz une a las regiones y nacionalidades, religiones y lenguas para participar en la renovación de la naturaleza en el primer día de la primavera. Invito a todos los miembros de Servas de todo el mundo, cualquiera que sea su religión, su cultura o su color, para que hagan un viaje a mi país con el fin de familiarizarse con la cultura antigua de Irán, una antigua y rica cultura que se oculta bajo el polvo pesado de la política. Nader Fathzadeh, National Secretary of Iran, SERVAS. (Si pinchas en cualquier parte de la página en negro, o mejor aún, si pinchas y sin soltar el ratón lo mueves por toda la página, meterás la primavera en tu ordenador http://www.procreo.jp/labo/flower_garden.swf )
2. La religión como señal de identidad
No más que cualquier otro elemento externo que aglutine a un grupo. Somos animales sociales, y sin el grupo al que pertenecemos no podríamos sobrevivir. Empezando por el lenguaje. Continuando porque los demás son el espejo donde podemos identificar nuestra propia imagen. Pero de ahí a elevar la religión al máximo exponente de elemento de cohesión, no. Más fuerte es, por ejemplo, un enemigo externo, real o imaginario. Y además la religión está contaminada por haber sido desde siempre utilizada por el poder como instrumento de dominación, domesticación y servilismo hasta el extremo más abyecto. Verdadero terrorismo de conciencia, el ser humano no podrá evolucionar con dignidad mientras no sea capaz de erradicar el sentimiento religioso de su cultura, enalteciendo en su lugar la generosidad o el altruismo. Pero no por sumisión a un ente escatológico (esa función la cumplía mejor el totemismo) sino partiendo de la propia identidad y dignidad.
3. Y el culto en la calle (Semana Santa en Sevilla)
Una vez más qué lindo y digno será cuando los humanos traten a los dioses y a los cultos como lo que son, creados por nosotros y no al revés, instrumentos de comunicación y conservación de nuestros mitos y tradiciones. En Semana Santa, Sevilla toma la calle. Más que en las fiestas de Abril, en las que se encierra en el recinto ferial. Es una puesta en escena a lo largo de toda una ciudad y de toda una semana, con cerca de un millón de actores figurantes. De nuevo, su lado oscuro: el fervoroso que babea histérico mientras grita loas, rezos o improperios a la Madre Diosa. Pero el olor a incienso, y a cirio, eso sí que coloca.
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