1. Quebrantahuesos
De regreso a mi fogaril rústico y serrano en el S.O. Aragón, 41ºN/1ºO, donde sigue amaneciendo bajo cero, oh Sevilla! me encuentro con que los quebrantahuesos nacidos en cautividad, cuando son liberados no procrean, lo sabían? Se pretende trasladar a Asturias 50 individuos de esta especie. De las 12 aves que han sido privadas de nacer libres, de las cuales sobreviven 7, ninguna ha criado en libertad. Les robamos su esperanza y ellas nos niegan su futuro, informa David García Fernández, portavoz de L’Aliaga, de Barbastro.
2. El juez decano de Zaragoza
De regreso a mi fogaril rústico y serrano en el S.O. Aragón, 41ºN/1ºO, donde sigue amaneciendo bajo cero, oh Sevilla! me encuentro con que los quebrantahuesos nacidos en cautividad, cuando son liberados no procrean, lo sabían? Se pretende trasladar a Asturias 50 individuos de esta especie. De las 12 aves que han sido privadas de nacer libres, de las cuales sobreviven 7, ninguna ha criado en libertad. Les robamos su esperanza y ellas nos niegan su futuro, informa David García Fernández, portavoz de L’Aliaga, de Barbastro.
2. El juez decano de Zaragoza
El juez decano de Zaragoza nos sorprende escribiendo en El Heraldo un extenso artículo para informarnos sobre cómo arreglaría él el desastre de la Justicia en España. Simplemente mediante dos reformas. Una, reduciendo la demanda de procesos judiciales, con tasas inhibitorias, por ejemplo. La otra, racionalizando la administración de justicia proveyéndola de servicios informáticos adecuados. Vista su sobriedad y convicción, yo le pediría consejo sobre cómo arreglar el mundo, o la crisis. Seguro que nos diría algo así como “siendo buenos” a la primera y a la segunda “creando empleo”, al puro estilo Rajoy, con lo cual crecerían los ingresos públicos. Y el nota se queda tan ancho. Más fresco que unas pascuas. (Y encima se lo publican.)
3. El furbo como valor curturá
Sigo con El Heraldo. En la editorial (TRIBUNA) del 7/3/12 un devoto del foot-ball escribe: “Me cuenta un entrenador de fútbol que a sus jugadores, además de hablarles de las técnicas y estrategias apropiadas al partido al que tienen que enfrentarse, en el vestuario, antes de los encuentros, les lee textos de autores muchas veces desconocidos. (Shakespeare? Havel?...) Y su mayor orgullo es que los futbolistas le reclaman otras historias, le exigen que les cuente más cosas. Y él les da lo que le piden. Y, además, ganan. (Y además, ganan!) Esto es lo que de verdad nos hace amar el fútbol.” Han leído bien.
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