1. Balance (17 tijeras a falta de 1)
Hasta hora el PP solamente ha transgredido su programa electoral, (tú tira p’alante, di lo que quieras con tal de…, si luego se olvida…, ya saben, lo del fin que justifica los medios), ha intentado eludir responsabilidades culpando a la herencia recibida, camuflar las verdaderas intenciones ocultas, repartir cargos entre afines y amigos (clientelismo político, spoil system: to the victor go the spoils, "al vencedor va el botín") o instrumentalizar las instituciones en su favor y provecho, desde la Justicia al servicio del PP (expresa o subrepticiamente, los miembros del CGPJ serán nombrados por los jueces mismos, mayoritariamente conservadores) hasta los medios pasando por las tvs. Son escandalosas sus perversiones que aprovechan al partido del gobierno: vga.: el caso Garzón con su posible repercusión en el caso Gürtel queb ahora puede ser sobreseído, la absolución de Camps, la reapertura del conspiranoico caso del 11M, o el nombramiento de la cúpula de la ONIF por si los defraudadores al Fisco estuvieran inquietos. Bien, eso, y mucho más, hasta ahora. Y ahora? Pues ahora, prepárense, porque, una vez que ganen, como esperan, en las elecciones andaluzas, plantean descargar en las 17 Comunidades Autónomas el peso de los ajustes. Y dado que el 80% de los presupuestos de las 17 CC.AA se destina a los servicios públicos (sanidad, educación…), pues imagínense. Abróchense los cinturones.

Comenta Almudena Grandes que algunos jueces han mostrado su preocupación por el hecho de que los escritores opinemos sobre las sentencias del Supremo. Y añade: se equivocan dos veces. Una, porque no nos expresamos como escritores sino como personas. Y la otra porque, más allá de los tecnicismos procesales… (dan a entender que) atacar a la dictadura es sinónimo de atacar al estado democrático, pues el Tribunal Supremo ha invocado una ley preconstitucional para legitimar efectivamente todas las acciones de un régimen que se fundó en la orgullosa reivindicación de su origen -un golpe de estado contra la democracia- en nombre de la propia democracia… consagrando una monstruosa anomalía…” Lo cual merece el calificativo de perversión. Por no añadir que constituye, además, un poderoso revulsivo a favor de la corrupción que podrá apoyarse en este precedente para quedar impune. La impunidad que se consigue manejando los plazos, prescripciones y una retórica jurídica. La que se tiene cuando se tiene para pagarla.
3. Más sobre eufemismos
Se trata de un catálogo de muestras ofrecido por Amanda Mars. El lenguaje no es sólo un instrumento para la expresión sino también de formación de pensamiento. Los eufemismos tienen un efecto anestesiante. Se trata de edulcorar, mitigar, el mal efecto que pueden producirnos algunas palabras. A la letrina se la llamó retrete (retirado) pero cuando, por el uso, empezó también este término a oler mal, lo cambiamos a water, servicios..., hasta que de nuevo tengamos que renovar el vocablo. Vean cómo afecta al subconsciente: Los beneficios empresariales si son de la empresa son "beneficios", pero si se reparten con los trabajadores forman parte del "coste laboral". El término "beneficio" es positivo, incluso exultante, mientras que la palabra "coste" la asociamos con esfuerzo, sacrificio..., ven cómo funciona? Anda que la democracia orgánica... Porque no me digan que no cambia entre decir muertes de civiles en la guerra o llamarlos daños colaterales. Por no hablar de los campos de exterminio como campos de concentración. Más refinado aún es decir "devaluación competitiva" en lugar de rebaja salarial. O utilizar "procesos de racionalización" cuando se trata de despidos masivos. La subida del IRPF la anunció la vicepresidenta como "recargo temporal de solidaridad". "Ajustes" suena menos incisivo que recortes. Y lo de llamar crecimiento negativo al retroceso económico, no me digan que no es ingenioso. Otros eufemismos tenemos en servicios de información por espionaje o anuncios de "contactos" por citas sexuales, o trabajadora sexual por prostituta. Las antiguas "suspensiones de pagos" se llaman ahora "concursos de acreedores". Hablar de la crisis como "resaca" atribuye la culpa a quien la sufre por haberse emborrachado el día anterior. La quiebra de Spanair se anunció como "falta de visibilidad financiera". Bajar, o no subir, los salarios, lo llaman "moderación salarial", y hasta los sindicatos lo utilizan. "Vendrán años malos" se puede camuflar con retos y desafíos. "Educación y sanidad gratis" se asocia a un regalo, un subsidio, cuando en realidad son onerosas pues han sido pagadas por el trabajador "beneficiario" con anterioridad. Así que recortes, ajustes, reformas o medidas de consolidación fiscal... se utilizan según de qué se trate, el entorno o el momento.
Se trata de un catálogo de muestras ofrecido por Amanda Mars. El lenguaje no es sólo un instrumento para la expresión sino también de formación de pensamiento. Los eufemismos tienen un efecto anestesiante. Se trata de edulcorar, mitigar, el mal efecto que pueden producirnos algunas palabras. A la letrina se la llamó retrete (retirado) pero cuando, por el uso, empezó también este término a oler mal, lo cambiamos a water, servicios..., hasta que de nuevo tengamos que renovar el vocablo. Vean cómo afecta al subconsciente: Los beneficios empresariales si son de la empresa son "beneficios", pero si se reparten con los trabajadores forman parte del "coste laboral". El término "beneficio" es positivo, incluso exultante, mientras que la palabra "coste" la asociamos con esfuerzo, sacrificio..., ven cómo funciona? Anda que la democracia orgánica... Porque no me digan que no cambia entre decir muertes de civiles en la guerra o llamarlos daños colaterales. Por no hablar de los campos de exterminio como campos de concentración. Más refinado aún es decir "devaluación competitiva" en lugar de rebaja salarial. O utilizar "procesos de racionalización" cuando se trata de despidos masivos. La subida del IRPF la anunció la vicepresidenta como "recargo temporal de solidaridad". "Ajustes" suena menos incisivo que recortes. Y lo de llamar crecimiento negativo al retroceso económico, no me digan que no es ingenioso. Otros eufemismos tenemos en servicios de información por espionaje o anuncios de "contactos" por citas sexuales, o trabajadora sexual por prostituta. Las antiguas "suspensiones de pagos" se llaman ahora "concursos de acreedores". Hablar de la crisis como "resaca" atribuye la culpa a quien la sufre por haberse emborrachado el día anterior. La quiebra de Spanair se anunció como "falta de visibilidad financiera". Bajar, o no subir, los salarios, lo llaman "moderación salarial", y hasta los sindicatos lo utilizan. "Vendrán años malos" se puede camuflar con retos y desafíos. "Educación y sanidad gratis" se asocia a un regalo, un subsidio, cuando en realidad son onerosas pues han sido pagadas por el trabajador "beneficiario" con anterioridad. Así que recortes, ajustes, reformas o medidas de consolidación fiscal... se utilizan según de qué se trate, el entorno o el momento.
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