XXVIII. reflexiones y otros disparates del día (28/07/11)

     1.El Códice calixtino no parece que sea del agrado de Santiago
     La cúpula eclesiástica gallega “creía” a pies juntillas que el códice aparecería el día de Santiago, porque así se lo habían rogado al santo. No sé si se empecinarán en su fe sobre este tema como lo hicieran los mormones cuando predijeron el fin del mundo el día en que no ocurrió y que motivaron el paradigma de Festinger en 1957 sobre lo que él llamó “disonancia cognitiva” (autojustificación de actuaciones en contra de las creencias, o interpretación de los hechos en función de los prejuicios de la fe). Cabe preguntarse pero qué santo es éste que no…? o al menos colocar su imagen boca abajo hasta que el códice aparezca. (Pido disculpas por meterme donde no…)
     2. La práctica del embudo
     "El PP pide más dinero, lo contrario de lo que hará cuando gobierne" (J.Ramoneda). Lo van a usar -el embudo- a menudo, las nuevas autonomías del PP, aunque ya lo dominan desde tiempos seculares. Exigen al gobierno de la Nación, como gobiernos locales, lo que el partido de la oposición le echa en cara al gobierno español por mal administrador. Llevan sus límites de deuda al Consejo de Política Fiscal y Financiera para arrojárselos como tomates a la ministra de Economía, sin quizás percatarse de que les pueden rebotar como un boomerang. A ver con qué cara critican al gobierno lo que ellos mismos repetirán al nivel de sus Comunidades. Por eso quieren que se adelanten las elecciones, para que no se evidencie el farol de sus líderes sobre su capacidad para sacarnos del paro y de la crisis, sin tener ni puñetera idea de cómo van a hacerlo, lo mismo que le ocurre al gobierno central.
     3. “Ruedas de molino” (o “La eucaristía del nuevo dios Dinero”) (Corto)

Mezquita azul (Istambul)

     (Off Aleluya, El Mesías de Haendel) Los feligreses (clientes) del templo (banco, letrero de “banco” en pp.) se postran ante la imagen del nuevo dios Dinero (estatua del Dólar en el patio central del templo), se persignan y arrodillan, y un preste (banquero de corbata y chaqueta) con roquete y estola saca de una copa de metal monedas de plata que coloca en las lenguas de sus bocas, mientras susurra algo al tiempo que hace la señal de la cruz de un modo rutinario con la moneda en el aire. Los feligreses (pp. de uno de ellos) reciben las monedas en sus lenguas con los ojos devotamente cerrados.
     No llegué a rodarlo. Cedo la idea a cualquiera que quiera (ose) grabarla, con dos condiciones: una, que me reconozca como guionista en los títulos de crédito, y dos, que me mande una copia digital. Vale?
     (Título a debatir. Si hace falta dirigirla, lo hago. Hice, escribí, produje y dirigí cine profesional en mis tiempos mozos. Pero analógico. Más aún, pegando las películas con celo al trasluz de la ventana.)