sábado, 27 de diciembre de 2025

2735 (S 27/12/2025) Efectos culturales de la inmigración. Amor, amor, amor…

 
Migración

Los inmigrantes son beneficiosos para el país que los acoge. No sólo porque cubren los puestos de trabajo menos atractivos para los nacionales (construcción, agricultura, cuidados de ancianos y desvalidos…) sino que además contribuyen a corregir los desfases en los pagos de pensiones y otros seguros sociales. El coraje que demuestran poniendo en riesgo sus vidas en su traslado a los países que los alojan y les permiten trabajar para mandar divisas a sus familias, muestra que es falaz la estupidez de que son delincuentes pues son todo lo contrario, los mejores y más capacitados. EE.UU. debe en gran parte su fuerte economía a la entrada masiva de inmigrantes.
        Y sin embargo no son estas cualidades las que motivan estas líneas. La principal riqueza que nos aportan es la pujanza cultural, la diversidad que la hace posible. En España por ejemplo es “la cuádruple mezcla indígena, americana, europea y africana, la que crea riqueza en la literatura, la música y la comida”, opina Sergio Ramírez (aunque el sólo dice “triple”): “no se explica el Río de la Plata sin lo italiano, ni el Perú sin lo asiático, como puede verse en su cocina, ni el Caribe sin sus agregados hindúes, chinos, británicos u holandeses. Pero hay un hilo infaltable que nos recorre de uno a otro confín con su puntada negra, y es el hilo africano. Todo el universo de la salsa inventada por los puertorriqueños de Nueva York, los nuyoricans, y los sones cumbancheros, desde el vallenato colombiano al merengue y al perico ripiao dominicano o la guaracha cubana, o el danzón que pasó de La Habana a Veracruz y tiene su origen en la mezcla de la contradanza francesa y los ritmos que despiertan en el alma del tambor yoruba, el bongó, el cajón, la güira o las maracas. Y el danzón, del que nace luego el mambo de Pérez Prado y el chachachá de Enrique Jorrín. Un hilo que pespuntea también el jazz de Nueva Orleans, la marinera peruana, la samba brasileña y el candombe del Río de la Plata que va a dar a la milonga y al tango argentinos.”

Amor

Lo llaman “recesión” del amor, pero en realidad se refieren sólo al progreso radical de las mujeres. Detrás de esta pretendida recesión, de la que leo cada vez más artículos y opiniones, se esconden factores como una mayor educación de las mujeres, una mayor independencia económica y acceso al mercado de trabajo y al poder, una redefinición de las relaciones (más sinceras, igualitarias y sostenibles), una necesaria defensa del amor propio (no necesitar unirse a otra persona para sentirnos completas) y un aumento sin precedentes de la soltería y de las mujeres que eligen vivir solas sin ser estigmatizadas por ello. En definitiva, no estamos ante una recesión, sino ante la feliz revolución de unos vínculos amorosos en general y del matrimonio en particular.

No hay comentarios:

Publicar un comentario