lunes, 6 de octubre de 2025

2701 (L 6/10/2025) Jehová (Yahveh), el Sin nombre: "El es el que es". Adonai.

 

Que el nombre de Dios no se pudiera pronunciar ni escribir data de antiguo. Eso también ocurría en Israel, pero era por mantener una tradición arraigada en muchas culturas prehistóricas desde tiempos inmemoriales. El nombre, como la huella de los pies en el suelo, o la propia sombra del cuerpo, había que protegerlos contra personas hostiles que podrían utilizarlos en perjuicio de su dueño. Y así las madres ocultaban el verdadero nombre de sus hijos y hacían público otro falso. Todavía hoy al Papa lo sacan al exterior bajo palio y sobre parihuelas (para no proyectar su sombra ni dejar pisadas) para no poner en peligro su vida si cualquiera pudiera utilizar su sombra o sus huellas en el suelo. (En el palacio de Tokpaki de Estambul mantienen en una urna, para protegerla, la huella del pie de Mahoma.)

          Pero los alfabetos eran consonánticos (podemos pronunciar los jeroglíficos egipcios con las vocales -actuales- que queramos) hasta el siglo VIII adne. en que los griegos aportaron las vocales. Por eso sorprende el ingenio de los israelíes dando nombre a su dios con cinco vocales (no antes del siglo VIII, claro está): Ieoua (Jehová, Yahveh), “evitando” así que nadie pudiera utilizarlo. Esta atrevida hipótesis no soy capaz de argumentarla más de como lo he hecho, pero me sirve mientras no encuentre otra mejor.

           En Exodo 3, 14 Dios le dice su nombre a Moisés: “Yo soy el que soy”, y ahí queda eso. El nombre de Dios aparece escrito en el Antiguo Testamento con cuatro letras en hebreo: יהוה‎ que se pueden transcribir como Y-H-W-H. Como pronunciar el nombre divino estaba prohibido para los hebreos, ya lo hemos dicho, en su lugar leían "mi señor" (en hebreo: אֲדֹנָי‎, Adonai), que se escribía también con cuatro letras A-D-N-Y y tres marcas de vocalización (niqud): ə, ō, ā, lo que resultaba, aproximadamente, AəDōNāY.

No hay comentarios:

Publicar un comentario