sábado, 13 de septiembre de 2025

2690 (S 13/9/2025) Las mentiras más burdas a efectos electorales son eficaces?

 

       Ganadora del premio a la Gran Mentira Estrafalaria del mes (GME):

       A la nueva gorra del presidente Estrafalario:
      TRUMP WAS  (always) RIGHT ABOUT EVERYTHING (even when he wasn't):
      Trump  tenía siempre la razón  en todas las cosas  (incluso cuando no la tenía.) 


Feijóo, otro que se apunta (desde siempre) al postureo, a montar el número, a la mentira permanente y con descaro. Lo peor es que le voten. El profesor Innerarity reflexiona sobre el tema y dice: Lo llaman “comunicación política” a ese barullo de inexactitudes, falsedades, bulos, opiniones infundadas, simulaciones y engaños. Y contemplamos impotentes cómo las falsedades más obscenas benefician a quienes las difunden. Peor aún que la deliberada desinformación actual es el entorno informativo caótico que nos confunde y desorienta.

         Al igual que el dogma religioso se impone ejerciendo una dominación total sobre los fieles (el credo quia absurdum de Tertuliano), cuanto más irracional sea mayor es el arraigo en la fe llegando a la sumisa abyección de los creyentes (esto lo digo yo, no el profesor); pues bien, al igual que la conexión con el creyente es una relación de dominio, en la política con la mentira burda y descarada del político mendaz lo que se hace es una ostentación de poder (esto sí es del profesor). Esto no justifica la mentira pero explica por qué funciona. La fuerza de la mentira burda, no importa lo exagerada que sea, deriva de que es invulnerable a toda crítica por evidente que sea. Al creyente de los bulos no se le puede apear de su irracionalidad porque su fe es simplemente una reacción contra la realidad  que le rodea y que no satisface sus expectativas. Suponemos que su entrega a la irracionalidad debe de proporcionar un placer irresistible que los demás no terminamos de entender.  

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