En la última década el precio de la vivienda se ha incrementado
un 95% en la OCDE -un 41% si descontamos la inflación- mientras que los ingresos
de las familias han crecido un 16%. ¿El problema actual de la vivienda se
explica por la insuficiencia en la oferta o por inseguridad jurídica? La vivienda,
hoy día, es un activo financiero -que se compra para revenderla- más que un
bien que cumple una función social. La compraventa de viviendas por extranjeros
ha pasado del 7% en 2007 al 21% en el primer semestre de 2024. Es natural el
apetito voraz de la compra de viviendas si se sabe que desde 2015 ha crecido un
83%. El traspase de inversiones en viviendas en lugar de activos financieros se
debe en gran parte a los bajos tipos de interés de este sector. Otro factor del
incremento de la demanda en la compra de viviendas ha sido la entrada del
turismo en este mercado.
Las primeras
medidas de choque han sido las regulaciones de los precios
de alquiler, recargos del IBI a viviendas vacías y las limitaciones de los
pisos turísticos. No se puede hacer depender exclusivamente de los mercados el
derecho a la vivienda que es constitucional. Es urgente ampliar el parque
público de viviendas tanto en propiedad como en alquiler social.
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