Marie Corelli, novelista británica (1855 --1924):
"Nunca me volví a casar, porque
no tuve necesidad de ello. En casa tengo tres animales que hacen la misma función
de un marido: tengo un perro que refunfuña todas las mañanas, un loro que dice
barbaridades toda la tarde y un gato que llega tarde todas las noches".
Salud mental, ése es el nuevo tema de actualidad para todo
tipo de personas, incluidos los expertos. Y yo lanzo una primera sospecha: ¿no
tendrá algo que ver la irrupción total del móvil en nuestra vida cotidiana?
Increíble. Yo me he quedado tieso. Las plantas, en
ciertos aspectos, son más inteligentes y sensibles que nosotros. La clorofila
(del griego χλωρος, chloros, "verde", y φύλλον, fýlon,
"hoja") es indispensable en la fotosíntesis, que es un proceso que
permite a las plantas almacenar energía a partir de la luz solar. (Hasta en
esto se nos adelantaron los griegos: para inmortalizar a algún humano, lo convertían
en una planta. Es el caso del dios Apolo con Jacinto, por ejemplo.)
Decimos esto en
el siguiente contexto: Si, como nos enseñaron en la carrera de Antropología, la
inteligencia es la facultad para adaptarse al medio y sobrevivir, no podemos
por menos que rechazar el alto grado de antropocentrismo en el que caemos cuando
analizamos nuestro entorno y el mundo animal y vegetal bajo nuestros propios
parámetros como si éstos fueran la cúspide de la evolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario