martes, 7 de mayo de 2024

2501 (M 7/5/2024) Tr36.El Morapio

 

Gitano Ganímedes del Olimpo de Triana (gitano de dieciséis generaciones por lo menos, a cuatro por siglo) nació en la Cava de los Gitanos en el 44 y en el 64 se casaba con Carmen, del 49, con la que tiene dos hijos y dos nietos.
       -¿Qué es un gitano, Manuel?
    -Lo mismo que tú…, sólo que con pedigrí. Y un orgullo, Un sentimiento, un lenguaje, que por cierto yo he perdío. Una persona, normal, y a pesar de los pesares (o por causa de ellos), alegre. Una casta, raza pura.
      En las paredes, más de 500 fotos. Carteles de toros hasta de 1929. De mano los hay de 1890. Por eso aquí no se puede cantar, porque las paredes mugen.
       -¿Desde cuándo “el Morapio”?
       -Desde siempre.           
    Tapas: pringá, tortilla, potaje, pimientos aliñaos, huevos al Morapio, pringá, cardo de puchero, pinchos, pringá, remolacha, papas aliñás, pringá, toro casero… Su abuela le hizo buñuelos al rey Alfonso XIII, los que la guía del tapeo califica como tapas del café o del chocolate. Pa mojá.
          -Y Triana?
       -La capital de Sevilla. Más que el sitio es la gente. Aquí se adapta cualquiera pero nosotros no podemos vivir fuera de aquí. Y no hay gente de mala leche. Aquí lo tenemos todo. Menos cementerio. Será porque Triana lo es para vivir, no para morir.
            -¿Te han hecho muchas faenas?
      -Quién? no, nadie, nunca jamás. Tampoco yo las he hecho, que yo sepa. Hombre, alguna… Una vez entró un tío y pidió un negro y un blanco y una tapa. Se bebió el tinto y se comió la tapa, luego se asomó a la puerta y se fue. Dejó el blanco para el amigo. Otro: éste entró con un paquete envuelto en un periódico. Se tomó dos finos y se fue hacia la puerta. “Eh! le digo, que se deja el paquete!”. “Si no me marcho, ahora vuelvo”, me contestó. Y se fue. Al rato reviso el paquete que parecía de turrón duro de almendra… y era un ladrillo. ¿Eso es engañar? ¿Eso es hacer mal a nadie? Eso es arte. Eso es ganas de tomarse dos vinos.
             -Clientes.
             -Toreros, artistas, flamencos…, todos. Y algún que otro despistado como tú.
             -Has viajado al extranjero?
       -Sí, 2 días en Madrid. Estaba malo mi cuñao. Y 10 años viviendo en los Polínganos, desde el 65 hasta el 75. Qué jartá de viajes, quillo, todos los días yendo y viniendo a Triana.
              Le provoco comentando que los sevillanos prometen más de lo que dan, que no acuden a las citas… Se pone serio para contestarme.
         -Eso es por no saber negar. Porque quieren acogerte. Hasta si mienten lo hacen para hacerte más feliz. Te dan lo que tienen…, aunque sólo sean mentiras. Pero eso que me cuentas…, a mí no me ha ocurrío.
          ¿Semana Santa? Mu bonita. La Esperanza de Triana, por supuesto. Pero hermano de la cofradía de los Gitanos, hay que ayudarla, es la más pobre. De nazareno, no. ¿La Feria? Trabajando. ¿El Rocío? Vaya…, ve las carretas de Triana. ¿Y la Velá?
              -Pasé el palo de la cucaña de chiquillo. Patos no cogí ninguno. De chiquillo estrenábamos ropa.
                -¿Y la otra orilla?
             -¿Y por qué no? Desde allí se ve Triana. Además, añoramos el muelle de la sal.
              No encuentra foto suya para darme. La saca del llavero. Chiquitilla y del año catapún.
             -No me la pierdas, que es la que más le gusta a Carmen.
            Gitano Ganímedes del Morapio, se está bien con Manuel. Y con su gente. Y con la gente que viene aquí a beber, que todo se contagia.


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