martes, 26 de julio de 2022

2214 (M 26/7/2022) Hipérboles, intimidades y Sánchez/Feijóo

      La hipérbole (exageración retórica) se revuelve a veces en contra de lo que quiere expresar. Un par de ejemplos: hermético y evidente. Leo a menudo que algo es muy hermético o muy evidente, redundancia que contradice el propio término. Si algo es hermético es que por él no pasa ni el aire, y punto; si algo es evidente es que no se pone en duda, y punto. Pero al enfatizarlos con el añadido "muy", algo muy hermético implica que podría serlo más, lo que lo hace menos hermético de lo que ese concepto significa. Lo mismo ocurre con algo "muy" evidente, que deja de ser evidente al cuantificarse. No sé si me explico. Quiero decir que si algo es hermético, o evidente, con el propio término basta: exagerándolo sólo conseguimos anular su contenido.

          Rosa Olucha, la esposa del perseguido Santi Millán, tuitea:
    "Hay muchos tipos de familia. Y me da mucha pena ver que a estas alturas el sexo consentido y privado siga causando escándalos. Sí, señores, ¡la gente folla! Dentro y fuera de la pareja. Y me da pereza que cuando se hace público la mayoría se apiada de las mujeres con el clásico 'pobrecita, que no se enteraba' o 'qué imbécil, que se lo permitía'. Mierda de sociedad católica y patriarcal."
        Habéis visto "Intimidad" en Netflix? Son 8 capítulos de menos de una hora cada uno.

          Sánchez/Feijóo
         Escribe Enrique Gil-Calvo que "Feijóo hasta ahora no ha hecho nada más que cometer errores de bulto (como confundirse palmariamente con la prima de riesgo, con los fijos discontinuos o con la violencia vicaria). Ni siquiera ha desbloqueado el Poder Judicial, pese a sus promesas de sensatez y moderación.
         Estas elecciones han constituido un voto de castigo contra los graves errores del Gobierno del PSOE en coalición. Sencillamente, los andaluces, y tras ellos probablemente los españoles, se han cansado de soportar tanto la "debilidad" de Sánchez (ante ERC, ante Podemos, ante Marruecos)
como las delirantes guerras culturales de Podemos,  guerras culturales tan estériles como la antiliberal abolición de la prostitución libre.
       Pero el retorno de la mayoría absoluta del PP resulta temible en términos de corrupción (endémica) y abuso policial partidista, como la "policía patriótica" y el "caso Kitchen".
          Realmente es incierto el futuro que nos espera.

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