sábado, 7 de mayo de 2022

2192 (S 7/5/2022) Cuanto más abigarrados más ecológicos (?)

En uno de los cortos que no llegué a grabar en mis tiempos analógicos imaginaba una casa colmena de apartamentos en uno de los cuales un vecino orinaba en un retrete y el del piso inferior abría un grifo para llenar un vaso de agua. Y ahora resulta que la concentración de vecinos es ecológica, permite mayores zonas verdes comunes, ahorra energía, reduce los costes de infraestructura (carreteras, cableados…) y no sé cuántos beneficios más. Hasta Krugman hace su apología en su artículo de la semana. Y aquí tenemos de ejemplo a Benidorm. Agárrame esa mosca por el rabo.
      Por lo visto -y oído-, en esas concentraciones masivas de la población en un mínimo de ms2 todo son ventajas: el cableado es el mismo para un rascacielos que para 200 viviendas unifamiliares en una zona apartada residencial, hay ahorro de la energía per capita, menos daño al medio ambiente… Y pone un ejemplo, Nueva York: si dispersamos una población de 70.000 personas que viven en una milla cuadrada (unas 260 hectáreas) en una zona residencial suburbana con viviendas unifamiliares, esos mismos habitantes ocuparían más de 9.000 hectáreas. Lo que implicaría una red de carreteras para desplazarse, coches individuales…, todo lo cual cubriría mucho más espacio verde del que cubrían en la ciudad de Nueva York. Las restricciones al uso del suelo en las grandes ciudades añadiría cerca de 4% al PIB de USA, es decir casi 900.000 millones $ al año (¡?&%!?). Me clavó la puntilla alguien, cuyas opiniones respeto, que se sorprendió al ver un reportaje en tv sobre este tema comparando las ventajas ecológicas y urbanas de Benidorm con las de su vecina Altea. Pues bueno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario