lunes, 14 de septiembre de 2020

2032 (L 14/9/2020) Prudencia o paranoia?

Decía tantas mentiras que terminó creyéndoselas.

Casado seguirá bloqueando las instituciones "mientras Podemos esté en el Gobierno". Si Podemos no estuviera, el motivo sería cualquier otro, por ejemplo: "mientras la lluvia pueda mojar los tejados de 7 a 7 y cuarto en lunes de cuaresma."

Cuando los tertulianos y analistas políticos no saben a qué atenerse, dicen que los ciudadanos españoles no saben a qué atenerse.

Prudencia o paranoia?

Me he pronunciado tantas veces sobre el peligro de sucumbir al miedo (a lo que sea) que prefiero enfatizarlo por boca de otros, concretamente de Javier Marías, en su texto Terrorismo informativo, en el PS de 6/9/20, del que extraemos:

La prensa, con las televisiones a la cabeza, ha logrado hacernos creer que la situación es más grave…/… no alcanzo a entender el propósito de semejante catastrofismo, que además lleva meses ocupando las 24 horas del día como tema único…/… En un programa matinal, la periodista conectaba con un doctor de El Escorial, y le insistía —es la tónica— en lo fatal que iba todo, en la saturación de los hospitales y el colapso que los aguardaba en cualquier instante. Como el doctor no le daba la razón y contaba su experiencia (pocos ingresados en su centro, pocos en los otros de que tenía conocimiento), la periodista se enfurecía y le insistía una vez y mil: “¡Pero las cifras…!” El médico, paciente, le explicaba la diferencia entre un “positivo” y un enfermo (la mayoría de los primeros no están lo segundo y no requieren hospitalización, etc), lo cual encolerizaba aún más a la mujer y también a un compañero varón que se entrometió desde el plató: “¡Doctor, está llamándonos imbéciles al resto de la población!”, le espetó airado. Fuera quien fuese ese médico, tuviera razón o no tanta, sabía más del asunto que quienes lo zarandeaban con malos modos por no decirles lo que ellos querían oír y transmitir a esa población que ansiaban aterrorizar. Mucho temple tuvo el doctor para no contestarles: “No, sólo se lo llamo a ustedes dos”…/… Se ha destacado a reporteros a pueblos minúsculos (de 400 o hasta 200 habitantes) para que desde allí emitieran largos minutos porque —albricias— había unos cuantos casos de coronavirus. Es decir, han rastreado como locos dónde había algo alarmante o desalentador, para crear una psicosis —dura ya más de la cuenta— de verdadero terror, por lo que no sería exagerado afirmar que practican terrorismo informativo…

       Tanto el Gobierno central como los autonómicos se los percibe preocupados tan sólo por su imagen y por los votos futuros que puedan ganar o perder, nunca por los ciudadanos ni por el país en su conjunto.

     He visto a locutoras (una tal Alejandra…) anunciar con una gran sonrisa y expresión triunfal: “España lidera” (ya el verbo delataba sus intenciones) “el número de contagios en Europa, y hemos batido el récord en un solo día”…

        Claro que hay que seguir siendo prudentes y tomándonos muy en serio la plaga. Pero ¿por qué se oculta siempre lo medio bueno y se subraya o se inventa lo pésimo? No cabe sino pensar mal: nuestros gobernantes ¿son tan autoritarios que prefieren que el país se vaya a pique antes que renunciar a nuestra mansedumbre?

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