Conforme a la Convención
Internacional sobre Discriminación Racial de la ONU de 21/12/65, «la doctrina
de la superioridad basada en diferenciación racial es científicamente falsa,
moralmente condenable, socialmente injusta y peligrosa, y [...] nada en la
teoría o en la práctica permite justificar, en ninguna parte, la discriminación
racial». El día 21 de marzo es el Día Internacional de la Eliminación de la
Discriminación Racial.
Es unánime la opinión científica de que las razas no existen. Entendiendo por
raza a un grupo étnico que no pertenezca a nuestra propia especie. Es un atajo
mental directo para poder despreciar, y llegar incluso a poder matar, a los que
no pertenezcan a nuestra “raza”. En Psicología se estudia que, dado el freno
instintivo a matar a los que pertenecen a nuestra propia especie, el primer
paso para poder acabar con ellos es adscribirlos a otra especie distinta. (Y no
mirarlos a los ojos, de frente, no sea que veamos en ellos a hermanos nuestros)
Esto explica que para poder explotar a los nativos del Nuevo Continente
(americano) se desarrollara un debate teológico sobre si tenían o no alma, pues
“sin ella” podríamos tratarlos como a animales.
El racismo es una actitud etnocéntrica (o
«sociocéntrica») que separa el grupo propio del ajeno, y que considera que
ambos están constituidos por esencias hereditarias e inmutables que hacen de
los otros, de los ajenos, seres inadmisibles y amenazadores. Esta concepción de
los demás conduce a su segregación, discriminación, expulsión o exterminio y podría
apoyarse en ideas científicas, religiosas o en meras leyendas o sentimientos
tradicionales. Afirma también la superioridad intelectual y moral de unas razas
sobre otras. Y este tipo de racismo, cuyo modelo es el nazi, conduce a defender
el derecho natural de las razas «superiores» a imponerse sobre las «inferiores».
La psicología evolutiva hoy se centra
en la interacción entre la evolución biológica y la cultural. Resaltar
diferencias biológicas (las razas, la homosexualidad…) puede ser un pretexto
para discriminar minorías sociales. Pues lo que realmente nos repele del
inmigrante no es tanto su raza como su falta de recursos económicos. Prueba de
ello es la facilidad y boato con que recibimos a los que vienen con el cheque
por delante.
A los que les disgustan otras razas distintas de la propia les encanta la uniformidad. Todos de uniforme para facilitar su control, que nadie se desmadre. Por eso no soportan la diversidad, la diversidad biológica, la diversidad cultural, la diversidad regional, la lingüística..., todas ellas a cual más enriquecedora.
A los que les disgustan otras razas distintas de la propia les encanta la uniformidad. Todos de uniforme para facilitar su control, que nadie se desmadre. Por eso no soportan la diversidad, la diversidad biológica, la diversidad cultural, la diversidad regional, la lingüística..., todas ellas a cual más enriquecedora.
Yo, ya lo dije en otra entrada anterior de este blog, soy racista: me encantan las razas.
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