sábado, 23 de marzo de 2019

1763 (S 23/3/19) Seguimos soltando


“Es perfectamente legal y legítimo aprobar decretos leyes porque el gobierno no está en funciones”, afirma el socialista Rafael Simancas. Este Gobierno hasta el 1 de marzo había aprobado 30 decretos leyes. Con 76 decretos terminó Rajoy su legislatura entre 2011 y 2015; con 55 Zapatero entre 2008 y 2011; con 85 Aznar entre 1996 y 2000; con 30 cada uno de sus cuatro mandatos Felipe González. Claro que el primero lo hizo en 9 meses y los demás en sus mandatos de cuatro años cada uno.

 Hace falta imponer la moderación. Los extremistas -que equivale a decir sinvergüenzas, imbéciles y descarados- tienen poco recorrido (a no ser que se impongan como lo que aspiran a ser, puras y duras dictaduras). Ahí tenemos a Trump con su muro inacabado, el Brexit que no ha devuelto el control al Reino Unido, la República catalana inexistente con su gran valedor debajo de la cama, los chalecos amarillos dando palos de ciego, y entre nosotros los trifálicos que, me adelanto a decirlo, el 28A verán castigados sus insultos e infamias con una pérdida de votos que no pueden ahora imaginar.

    Fernando Vallespín propone esta aporía de imposible racionalidad: “¿Es posible aspirar a gobernar con el bloque de derechas, negarse a hacerlo con el centro-izquierda, y sostener a la vez que se está en el centro político? Es la propuesta del recién llegado a la política, C,s, que al mismo tiempo entregan a Vox el carnet de constitucionalista que le niegan al PSOE. A Vox, que es el paroxismo de la ultraderecha, negándole ese título al histórico partido (yo no soy de él…, ni de ninguno, yo soy poeta) que ha sabido encarnar mejor que ningún otro el espíritu de la Constitución. Así que estos advenedizos sacan pecho y pregonan que el PSOE no es un partido constitucionalista pero Vox sí que lo es, Vox, un partido exasperante de ultraderecha. Bravo!

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