1736 (M 26/2/19) Los estertores de un agonizante PP: augurio o vaticinio? (I)

PP
nacido con deformaciones
y devuelto así al lugar del
 que nunca debió salir.

Las descalificaciones personales, y en su máxima expresión los insultos, son los argumentos de los que no tienen argumentos para defender sus tesis o propuestas. La derecha del PP se hunde en arenas movedizas, se sabe perdedora, quizás ya en ruinas, y se debate a coces y codazos sin tener en cuenta que, al no tener ya base en la cual apoyarse, cuanto más patalee tanto más, y más deprisa, se hundirá. Un adversario sin más arma que el insulto se declara ya vencido y sólo puede aspirar a morir con dignidad, a no hacer más el ridículo. Cuando a Polixena en Troya la condenaron a muerte, la información que le llegó a Aquiles fue que “murió con orgullo, plegándose la túnica al cuerpo para cubrir decorosamente sus partes íntimas, como es debido”, lo que hoy se calificaría como políticamente correcto. Y así se la recordará. Lo peor que le puede ocurrir ahora a este PP moribundo es que, además de morir, lo haga pataleando, sin dignidad, con aspavientos, insultando a todo lo que se le pone por delante. Por lo demás no debe preocuparse, ya tiene quien le suceda y sustituya, se llama VOX, que no tiene pudor y se atreve a mostrarse tal como el PP siempre fue, por más que lo escondiera. Pues VOX no es sino el PP pero sin complejos. Cuando el PP alardea de haberse regenerado “sin complejos” está entregando el testigo a su legítimo heredero y sucesor.
      Disculpadme si me repito, pero es que no puedo quitarme de la cabeza eso que dicen: “O nosotros o el caos”, como si no fueran ellos el caos. Y chillan a grito pelao: “¡Nosotros, nosotros somos el centro moderadooo…!”

      RIP, PP. RIP. And don’t come back, no more, no more, no more…