jueves, 7 de febrero de 2019

1717 (J 7/2/19) Italia en la cuerda floja

Entre la derecha política reaccionaria, por un lado, y por el otro la debilidad de su sistema financiero, Italia se bambolea según el viento que sopla, de todos lados menos de cola. Lo peor del asunto es que a nivel europeo resulta un elemento desestabilizador, agravado por el Brexit.
Monte dei Paschi di Siena
      La morosidad de los bancos italianos está en niveles altos, un 10% en el primer semestre de 2018 frente a la media europea del 3,5%, según datos de la Autoridad Bancaria Europea(*). El BCE, presidido por el italiano Mario Draghi, ponía en cuestión que pudiera cumplir con su plan de reestructuración, dada su incapacidad para vender bonos, debido al impacto del incremento de la prima de riesgo italiana. El BCE ha instado al banco a elevar significativamente sus provisiones en los próximos siete años para poder hacer frente así a los préstamos improductivos.
    Para el banco Monte dei Paschi di Siena, el más antiguo del mundo, fundado en 1472 y rescatado en 2017 por el Estado italiano, llueve sobre mojado. Mat­teo Salvini ha sido una de las figuras más críticas con la alerta de Fráncfort llegando a acusar al BCE de tener “un comportamiento prevaricador” que causa “inestabilidad al sistema bancario italiano”. El Estado italiano, que controla el 68% del banco, deberá salir del accionariado antes de 2021, según el plan inicial de rescate acordado con la UE.

      Por otro lado la Banca Carige, antigua Caja de Ahorros genovesa, considerada el décimo banco del país, empezó el año con una intervención del BCE y el nombramiento de tres administradores temporales después de la dimisión de la cúpula directiva tras el fracaso de una ampliación de capital. Unos días después, el Gobierno aprobó un decreto para un eventual rescate en el caso de que sea necesario.

     Es el tercer tropiezo bancario —­después del rescate de Monte dei Paschi di Siena y de los bancos vénetos en 2017, Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca— en los tres años que lleva en vigor la normativa europea común para la resolución de crisis bancarias. Una inspección del BCE reveló que Carige registró en el tercer trimestre de 2018 pérdidas por la concesión de préstamos de 250 millones de euros.

      La Comisión Europea dio luz verde la semana pasada para que el Estado italiano conceda un aval como garantía para la emisión de bonos al banco con el fin de asegurar la liquidez de la entidad intervenida por un valor nominal total de 3.000 millones de euros. 

      Las previsiones de futuro dependen, entre otras cosas, del curso de la deuda italiana. Los bancos transalpinos, que son los principales tenedores de bonos del Tesoro italiano, poseen alrededor de un 20% de la deuda pública, que supera los 2,3 billones de euros, el 133% del PIB. Actualmente la prima de riesgo se sitúa en torno a los 260 puntos básicos y ha conseguido mantenerse estable después del acuerdo entre Italia y la Unión Europea por los presupuestos generales de 2019, pero en las semanas de mayor tensión, tras el rechazo de la Comisión a las cuentas italianas, se disparó hasta superar los 300 puntos, algo que no sucedía desde 2013. Si la prima vuelve a dispararse, será una puñalada letal para los bancos italianos.

      (Reportaje de Lorena Pacho, El agujero sin fin de la banca italiana, cuyo texto completo puede leerse aquí)
      P/D. Para remate, el crecimiento del PIB italiano en el último trimestre es -0,2 negativo cuando en España es de un +0,6  (2,4 anual) contra la media de la UE de +0,2.
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  • (*) La importancia letal de un moroso de 100 € se entiende mejor si se conoce que hacen falta 15 operaciones de crédito de 100 € cada una al 7,5% exitosas (20 si fueran al 5%) para cubrir, sin ningún beneficio, el agujero creado por un moroso de 100 €, eso sin contar el lucro cesante de 16 operaciones de 100 € durante el tiempo del crédito.

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