martes, 20 de noviembre de 2018

1641 (M 20/11/18) Galimatías a gogó

Si el mundo que nos ha tocado sufrir, o disfrutar, nos decepciona, no es culpa suya sino nuestra. El error es tomárnoslo en serio. Y entonces nos irritan los continuos disparates, incoherencias, absurdos, que no nos conseguimos explicar. Como ejemplos ahí están el comisario Villarejo, los Balcanes, los genocidios, los inmigrantes, Trump, o Aznar o Rajoy, en suma el PP, los fascistas melancólicos, el Palmar de Troya, las religiones monoteístas, la pareja mexicana de un sobrino y su tío inocentes quemados vivos por un fake news…, para qué seguir si no acabaríamos nunca?... Con tal sarta de disparates ¿cómo es que debamos tomarnos en serio?
     Quizás deberíamos intentar ser meros espectadores de todo lo que se pone a nuestro alcance sin implicarnos en ello. Intentemos de un modo cínico contemplar el espectáculo como lo que es, una torpe y continua payasada, un show macabro con un mal guión y peor interpretado, a ver si conseguimos reírnos sin freno, a carcajadas, a mandíbula batiente. Es posible que entonces cobrara sentido todo lo que nos rodea.

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