Y como colofón de las crónicas deportivas con las que hemos querido complacer al personal aficionado, valga esta apología del deporte reina (?), el balompié, más conocido como fútbol.
Panem et circenses. Con panes y circos se aplaca a la masa vociferante que tanto se emociona con el tema religioso como con el nacionalista o con el futbolero. El caso es levitar, viva la mística!
Panem et circenses. Con panes y circos se aplaca a la masa vociferante que tanto se emociona con el tema religioso como con el nacionalista o con el futbolero. El caso es levitar, viva la mística!
Me fui de Sevilla y el Betis no alcanza
para clasificarse en las competiciones europeas. Me vine a Aragón y sube a
primera el Huesca. Y es que soy un talismán.
Qué tiene el fútbol para que arrastre
tánta gente? Sospecho que la dificultad y consiguiente escasez de goles. Son
tan pocos los goles que se meten por partido que cuando consiguen uno el público
se vuelve loco de entusiasmo. No sé si es la mística de esta nueva religión la
que les lleva al paroxismo cuando se meten goles o si es el paroxismo la causa de esa
mística.
En
cuanto al papel del fútbol en la construcción de Europa… La magnífica idea de
las becas Erasmus ha permitido a las nuevas generaciones meterse Europa entera
en el bolsillo. Se viaja con frecuencia de Oslo a Cádiz o de Creta a Dublín con
más facilidad que nuestros padres lo hacían de Guadalajara a Cuenca. Hoy se
citan bandas de jóvenes para un finde en Malta como antes lo hacíamos en la
disco de la esquina. Pero la copa de fútbol europea que inventó el Madrid y la
ganó los cinco primeros años ha ayudado también, y más de los que pueda
imaginarse, a la configuración de la Europa actual tanto como las ideas e
iniciativas de Adenauer, de Gasperi, Monnet, Schuman, Spaak…, junto a los
cuales, en las escuelas, debería citarse a Santiago Bernabéu.
El fútbol como instrumento de cohesión. Y
de distorsión…. frente a los equipos rivales. El primer valor paneuropeo que yo
recuerde nació no por afición a los clásicos griegos sino por pertenencia o
simpatía al Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento.
Ningún espectáculo concita a las masas de
jóvenes y de cualquier edad como lo hace el balompié. Y ningún fenómeno
cultural trafica con los miles de
millones que se mueven en el fútbol. Dicho lo cual me quiero pronunciar sobre
los sueldos astronómicos que cobran algunos jugadores. (Y lo hago, como se
puede ver en la entrada 1334 del 11/12/16.) "Mi negativa, pues, a
financiar con fondos públicos el fútbol profesional de elite se queda ahí. Del
atletismo profesional, Olimpiadas y otras actividades deportivas no hablo
porque no me queda espacio y porque no lo tengo claro. Y en cuanto a la
aberración de pagar fortunas por una entrada de fútbol, la libertad de uso del dinero propio, como la
de pensamiento o la de expresión, incluye el error, la estupidez y la
aberración.Y ya está bien por hoy. Alguna pregunta?
Pues me marcho que empieza ya en la tele el partido Madrid-Barcelona". Y me necesitan los dos.
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