La dialéctica entre orden y libertad es de
difícil equilibrio. No cabe uno sin la otra y viceversa, pero los que ponen el
orden sobre la libertad son conservadores mientras que los priorizan la libertad
sobre el orden son más progresistas, rebeldes y libertarios. Esto a nivel político-social.
A nivel personal somos mitad bilogía mitad cultura. O las dos al 100%. O
tan sometidos a la genética como al aprendizaje.
Y este preámbulo a cuento de qué viene?
Y este preámbulo a cuento de qué viene?
Pues a cuento de que si somos genéticamente gregarios, tanto que sin los
demás no podríamos ser nosotros mismos, también somos individualmente libertarios, en el
sentido de necesitar nuestro propio espacio y tiempo. Y el problema radica en
que, según todos los indicios, la compañía y la privacidad no parecen
compatibles.
Y también viene a cuento de que el mito del true
love, el amor verdadero, hasta la muerte, estalla hecho añicos cada día con
más frecuencia a pesar del juramento de amor eterno al que se comprometieron en
su día, provocando graves sufrimientos cuando las parejas (o uno de los dos) deciden
separarse.
Y es que no hay mal, ni amor, que cien años dure. Ni cien años ni doce, y en
algunos casos ni siquiera doce meses. Cuando Eros nos asaetea se produce el
milagro: la compañía es tan deseada como inevitable y el espacio y el tiempo se
comparten en una fusión que sólo cabe mientras dura la abstracción del embelesamiento. Pero, ay, casi
todos caen en el error de convivir, y cuando el entusiasmo se termina la
convivencia resulta difícil cuando convive más de uno. Bien es verdad que,
ofuscados por la idea de amor eterno, o por cuidar de los hijos, o por los
valores sociales vigentes, o por cuestiones moral o religiosa, la mayoría
intenta continuar la relación aprovechando el cariño que se tiene tras largo
tiempo juntos. Cariño que podría seguir uniendo a la pareja si pudieran
disponer de espacio y tiempo libres para cada uno, o sea, no conviviendo
juntos. Pero cuando deciden persistir a pesar de las tensiones que esta
obligación conlleva, ay, entonces el matrimonio se convierte en una celda de tortura.
Que no? Bastará con que echéis una mirada en rededor. Contadme luego.
Digo yo que esta reflexión servirá al menos para entender (que no justificar) los casos de maltrato y violencia doméstica. Supongo que antes de estallar han tenido que sufrir un proceso de deterioro y autodestrucción, colonizando el agresor cada palmo de tiempo y de terreno.
Digo yo que esta reflexión servirá al menos para entender (que no justificar) los casos de maltrato y violencia doméstica. Supongo que antes de estallar han tenido que sufrir un proceso de deterioro y autodestrucción, colonizando el agresor cada palmo de tiempo y de terreno.
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