Continuamente. Y el que diga que no le ha pasado nada,
esta mañana por ejemplo, es que sencillamente no se ha enterado de todas las
cosas que le han pasado, por falta de sensibilidad o de atención. Eso sí, hay
que salir a la calle y cruzarse con la gente. A mí la gente me estimula, para
que me pasen cosas dignas de ser contadas, más que la playa, las aves, el monte
o el río. Porque todos estos no te hablan, ni siquiera te contestan cuando te
diriges a ellos.
Esta mañana, por ejemplo, me he cruzado por la calle
con un concejal…, de…, de urbanismo? de…? bueno, da igual, cómo se llamaba? No me
acuerdo. A lo mejor no es concejal ni nada. Pero bueno me he cruzado con él,
vale?
Después oí cacarear una gallina. Cacareaba exactamente
como una gallina, qué digo como, mejor que ellas. Pero no era una gallina, era
un niño, un monicaco de 5 ó 6 años, soltado de la mano de su madre, que
cambiaba de tonos al ritmo de los saltos que pegaba. Pues eso tampoco se ve todos
los días.
Por último
citaré a David, que me he cruzado con él como todas las mañanas, cuando me dirijo
a la papelería que regenta su hijo para comprar el periódico del día.
Por eso digo
que a todos nos pasa algo todos los días. Y al que diga que no le pasa nada yo
le digo que sí, que le han pasado cosas, sólo que él no estaba atento y no se ha
dado cuenta.
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