viernes, 29 de septiembre de 2017

1413 (V 29/9/17) Ja, ja, ja…!

    La risa produce contracciones espasmódicas en el diafragma que facilitan la función digestiva. Eso nos decía un profe del Instituto. Y se reía (él).
     Mejor que reír, sin más, es reírse de uno mismo, distanciarse de uno mismo, para no dramatizarnos: en otras palabras, el sentido del humor.
    Se habla de negociar. Pero la dramatización de los conflictos provoca una rigidez mental y muscular que no ayuda a las negociaciones. Hay que sentarse a la mesa relajados. Cuando decimos dramatización nos referimos tanto a la representación teatralizada de los gestos como a la tensión que puede bloquearnos por exceso de rigidez.
    Sobra tanta gravedad, debemos relajarnos. La nueva versión de la canción de Sabina “Y nos dieron las diez…” nos puede servir de ayuda. “Sé que no lo soñé... protestaba mientras me esposaban los Mossos d'Esquadra…"
    El domingo pasado un grupo de independentistas se enfrentó a unos guardias civiles con una cacerolada. El ambiente se tensó. Hasta que un número de la Benemérita dio un paso al frente, abrió la boca y se arrancó por un fandango al ritmo de las cacerolas. La reacción del grupo fue:
     -Oléeee, oléeee, y oléeee!
A dios pongo por testigo
que estoy de la independencia
hasta el mismísimo higo!
   John Carlin nos aporta su granito de arena: propone incorporar Cataluña al Reino Unido. (O viceversa, a él le da igual). Con ello mataríamos dos pájaros de un tiro: el Brexit y el Catexit. Seamos sinceros: los españoles están tan hartos de los catalanes como los catalanes de los españoles. Quizá más. Los británicos ganarían playa, comida y sol. Y si España los expulsara de las islas o de la Costa del Sol, siempre podrían mudarse a la Costa Brava. En cuanto a los catalanes se abriría su mercado a 66 millones de consumidores y podrían trabajar en Reino Unido, con lo cual adiós al paro. Además de tener cubiertos sus gastos militares. La integración cultural quedaría resuelta por el fuerte pragmatismo de las dos comunidades. Y podrían celebrar la fecha patria el día de San Jordi que es el patrón de los dos. Siempre queda algo pendiente, como ocurriría con el derby del Barça/Real Madrid, pero ahí estaría la Premier League, y el Manchester United como rival sucedáneo que, con el tiempo, los himnos y las banderas, quizás podría servir. Y en cuanto a la lengua, ya se encargarían los catalanes de mantener la suya viva al tiempo que aprenderían todos inglés.
    Ingenioso, no?
  
   
   Haz el amor y no la guerra. Ríete y no dramatices tanto. Relájate y no te tomes tan en serio, joé! Que con la que está cayendo lo más serio que podemos hacer es tomarnos todos a broma.

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