domingo, 29 de enero de 2017

1383 (D 29/1/17) Servicios públicos

Son varias las acepciones de este concepto, desde las prestaciones a los ciudadanos por la Administración pública (sanidad, educación…) hasta los taxis o inodoros de los parques. A ninguno de ellos nos referimos aquí. Se trata de los servicios públicos en cuanto “entidades” que prestan estos servicios.
     Ya es hora de que los suministros de agua y de luz, por ejemplo, sean realizados por Entidades de Servicios Públicos. Las posverdades del neoliberalismo vigente sobre la creación de riqueza mediante los privilegios a los ricos (sus beneficios y rebajas de impuestos se traducirían automáticamente en nuevas inversiones y creación de nuevos puestos de trabajo, je! nunca, nunca, jamás, ha ocurrido eso), o la disminución de los costes y consiguientes bajos precios por el suministro privado del agua y de la luz (jé!), o la mejora de calidad en los servicios sanitarios externalizados (jé!), todas ellas totalmente interesadas y falsas, ya no se las cree nadie a no ser que sea imbécil o interesado de mala fe. Eran solamente eso: posverdades, puras y duras mentiras o falsas justificaciones con las que se consiguen réditos políticos. Lo de la luz clama al cielo. Las ganancias a espuertas que están acumulando y llenando los bolsillos de sus dirigentes a costa de matar de frío a los más indigentes cae de lleno en el código penal. Este tema no se cerrará si no se procesa a los responsables (incluidos ministros de Energía) de este insoportable desaguisado de los últimos años.
Y no es que yo esté por las nacionalizaciones. Acepto la economía de mercado y la Banca privada. Pero no se les puede dejar auto-regulados. Ambos necesitan una regulación que les obligue a funcionar como tales, como mercados y como bancos. Dejarlos a su aire les permite campar por sus respetos formando oligopolios, dumpings y todo lo que sea conveniente para medrar a costa de lo que haga falta.
    Los bancos, por ejemplo, de quién son? quién manda en ellos? quién se enriquece a costa de abusos y malas prácticas? Desde los años 60 Galbraith ya supo ver que las multinacionales no son propiedad de sus accionistas sino de sus ejecutivos. Estos se hacen millonarios mientras los pequeños accionistas aceptan pasivamente lo que una minoría les imponga. Si sus gerentes encima son accionistas, el resto ya es que ni abre la boca. Esto hay que reestructurarlo. Y hay que limitar la libertad de que disponen para cobrar comisiones, imponer condiciones contractuales, establecer intereses de demora usurarios…

   Hay que recuperar el sentido y prestigio de los Servicios Públicos, desde la Sanidad a la Educación pasando por el transporte, la Educación, la Salud… Y en cuanto a la luz y el agua, por favor, los de la oposición, expropiadla y reguladla, ya. Pero ya!

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