Hablan de bloquear el botón rojo nuclear de la Casa Blanca para evitar
que, en un ataque de irresponsabilidad, pueda pulsarlo el nuevo Presidente
estrafalario. Ese botón sólo puede activarlo el Presidente, junto con un alto
cargo militar, pero éste, sea quien sea, respirará los mismos aires que su
presidente electo. Si se pulsara saldrían misiles nucleares hasta por la chimenea,
900 ojivas activadas. No deberían informarles de su derecho a utilizarlo aun en
el caso de que no haya agresión o ataque nuclear previo, pues pueden hacerlo en
forma meramente preventiva. Para echarse a temblar. Pues si se llegara a
activar por temor a un ataque nuclear desde el exterior, habría que hacerlo con todo el armamento
disponible (lo que se ha dado en llamar tira
o pierde) ya que la explosión de los misiles almacenados en USA
desequilibraría la guerra a favor del enemigo:: o sea, si se detectan misiles enemigos
lanzados contra nosotros, que los nuestros salgan fuera por donde sea y como
sea, si no queremos que nos exploten en nuestras narices.
La
plana mayor de su gobierno va a estar constituida por tipos duros y militares.
Como ejemplo de sus despropósitos sirva el nombramiento de Steven Mnuchin para
el cargo de secretario del Tesoro, quien trabajó para Goldman Sachs con una
experiencia y práctica en la evasión fiscal, no en la construcción de un
sistema fiscal bien diseñado. Su tarea imposible es inventar círculos
cuadrados, aumentar las inversiones (sobre todo las militares) reduciendo los
impuestos, lo que podría llamarse economía vudú.
Reflotan la gran mentira, a saber: que los estímulos económicos gracias a la reducción
de impuestos a los ricos serán tales que los ingresos fiscales aumentarán. Automáticamente?
así lo aseguró Rajoy en su campaña electoral. Y milagrosamente, añadiría yo, aunque luego la realidad diga
que no. Aún más, la abolición del impuesto sobre la herencia garantizará una
plutocracia dinástica que es justo lo contrario de la igualdad de oportunidades
que tanto proclaman en este país.
El
riesgo se agrava si sabemos que Trump quiere retirarse del acuerdo con Rusia
del año 2010 sobre la reducción de armas nucleares y de la ONU de 1996 sobre
prohibición de pruebas nucleares. E incrementar los gastos militares hasta
asegurarse la primacía en armamento nuclear. Un derroche de gastos en la
fabricación de armas que no funcionan para usarlas contra enemigos que no
existen.
El
botón rojo nuclear… La esperanza que nos queda es que no sepa ni siquiera
pulsarlo.
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