martes, 24 de mayo de 2016

1204 (M 24/5/16) 500.000 candidatos a la impunidad

La Fiscalía (el Consejo Fiscal, órgano representante de los fiscales) denuncia que con las nuevas leyes procesales son más de 500.000 los casos judiciales en curso que no podrán resolverse antes del límite del 6 de junio que les marca la reciente "normativa sobre la transparencia". De este modo se garantiza la impunidad de los corruptos sometidos a juicio por los tribunales penales.
    No nos cansaremos de repetir que la mentira forma parte de la naturaleza del partido del gobierno. Ahí, sin más, están las cifras y estadísticas mensuales sobre economía, las del crecimiento económico y de creación de empleo, los eufemismos (tales como movilidad exterior y/o aventuras propias de la adolescencia para evitar el término de "emigración" o el de crecimiento negativo para no llamar por su nombre a la "recesión" económica, por citar sólo dos a título de ejemplo), la llamada al miedo como recurso indecente propio de quienes ni por lo más remoto conocen lo que es la decencia (que vienen los comunistaaas...!) o simplemente todo lo que dicen nada más abrir la boca. Han conseguido incluso que ya no se comenten sus disparates por ser tan frecuentes que se han hecho cotidianos. Ya no son noticia.
  Sus mentiras, además de continuas y descaradas, son de todos los colores. Abarcan desde la ley de educación (adoctrinando a los menores para castrar su capacidad crítica) hasta la ley mordaza (que es para “garantizar el ejercicio de la libertad de los ciudadanos”), pasando por la energía (ved la recién estrenada película El Olivo de Icíar Bollaín, donde la multinacional que asola y desaloja poblaciones en Sudamérica para la tala descontrolada de árboles muestra en su sede central un olivo milenario como logotipo de su política de “sostenibilidad”) o por cualquier otro área de gobierno.
Pero nunca se habían crecido tanto en la mentira como cuando se han proclamado líderes y modelos de la transparencia, con una nueva normativa de fachada, cara al exterior, que se contradice de lleno con la práctica y la realidad (juran que despedirán del partido a los corruptos imputados y luego los colocan a la cabeza en las listas electorales, por ejemplo). Así, hablan de querer acelerar los casos judiciales contra la corrupción cuando lo que hacen en realidad es acortar los plazos de los procedimientos penales hasta el punto de hacer inviables su culminación y condena: 500.000 casos serán ultimados, la mayoría sobreseídos, si no se dicta sentencia antes del 6 de junio, 500.000 casos de obscena impunidad..., ya que al mismo tiempo que descaradamente lanzan estas proclamas se les despoja a los juzgados de recursos técnicos y humanos necesarios para poder llevarlas a efecto. (Si no fuera suficiente esta falsa medida de eficacia imposible siempre cabe luego el indulto, el trato privilegiado a los condenados, la presunción de inocencia como coartada legal, los recursos necesarios -será por dinero...- la prescripción por el tiempo transcurrido...). Y lo de devolver el dinero robado, de eso ya ni te cuento, santa rita rita, si les hablas de eso se parten de risa.
   Nunca, nunca, se había conocido una superchería de tales dimensiones como la que ha venido protagonizando desde sus orígenes este partido del gobierno. Comparados con estos, las mafias de Al Capone se quedan en monjitas de la Caridad.

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