martes, 1 de diciembre de 2015

1119 (M 1/12/15) Regulados o desregulados

     Se trata de modelos de economía. Economías de mercado, por supuesto. Que nadie las pone en duda, hoy. La cuestión, sin embargo, es si la economía de mercado funciona mejor auto-regulándose o regulándola el Estado.
    Hay quienes aseguran que, dejando auto-regularse a los mercados sin interferencias ni intervención del Estado, ni de nadie, dejando que cada cual aguante su vela, todo irá sobre ruedas y el desarrollo estará garantizado. Y lo demuestran científicamente, académicamente, matemáticamente, contundentemente. Incluso se llega con toda evidencia a la conclusión de que en una economía de mercado “perfecta” (esa es la palabra clave: perfecta), el beneficio de las empresas es cero (lo dicho: “0”). Y ello es así porque el capital acudirá a donde haya ganancias hasta que la competencia reduzca los beneficios marginales a cero. Genial. Maravilloso. Y a esto se apuntan en USA, la Chile de Pinochet, el Reino Unido de la Thatcher, desde Freedman y la escuela de Chicago hasta los eximios economista de Harvard, así como los neoliberales de la Europa actual. El único problema que tiene esta teoría es que, al contaminarse con el ser humano y su codicia, son inevitables los oligopolios, las prácticas que hacen inviables las leyes del mercado, la desigualdad económica y social, la explotación sin piedad de los más necesitados y la violación de los derechos humanos. Quien se atreva a negar esto o está ciego o es de mala fe. (Otros principios complementarios de esta teoría son que los ricos paguen menos impuestos porque los beneficios de las empresas redundan en creación de puestos de trabajo, lo cual se ha demostrado por la realidad que es un dogma total y descaradamente falso.)
En el otro extremo se encuentra (ya no, ya no queda nadie, ni la URSS, ni siquiera Rusia o China) la economía planificada, la que interviene el mercado hasta el punto de programar la oferta y la demanda, nacionalizando los recursos de producción, castrando la ambición humana en perjuicio del motor económico, y violando también los derechos humanos, como ocurrió en la Rusia de Stalin o la China de Mao.
     Y en medio de las dos está la economía de mercado regulado, la que interviene al mínimo en la economía de mercado, sólo para obligarle a desarrollarse como tal mercado sin permitirle traicionarse ni dejarle caer en prácticas que lo desvirtúen, como son los oligopolios o la explotación del personal asalariado, redistribuyendo los beneficios económicos entre toda la población mediante ayudas asistenciales, educación y sanidad gratuitas, rentas mínimas, etc., como han venido haciendo los estados europeos antes de sufrir la maldición de los actuales neoliberales, mediante su gran aportación: el Estado del Bienestar.
     Por más que este resumen pueda sonar a algunos como sesgado e ideológico, inclinado hacia una izquierda progresista, y aunque así fuera, con cuál os quedáis?

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