lunes, 26 de enero de 2015

1026 (L 26/1/15) Kαληνύχτα, Έλληνες φίλους, Kαλημέρα!

       Buenas noches, amigos griegos. Y buenos días, amigos griegos! buenos días. A estas horas de la noche de ayer no sabíamos todavía si la victoria de Syriza será por mayoría absoluta. Si lo fuera correrían el riesgo de no ser controlados, y un Gobierno incontrolado deviene fácilmente en descontrolado. En todo caso, las reformas económicas necesitarán su tiempo para poder aplicarse y ver sus frutos, por lo que mantener la ilusión de sus votantes requerirá una inmediata política social y asistencial. El tema entonces será conseguir los recursos financieros necesarios para poder hacerlo.

      En cuanto a las perspectivas electorales en España, después de un análisis brillante (aunque elemental) sobre las buenas intenciones de los partidos políticos Syriza en Grecia y Podemos en España, Enrique Gil Calvo se sale por los cerros de Ubeda con disparates tan gratuitos como éstos:
“El infierno está empedrado de buenas intenciones. Por moralmente justificado que esté, el voluntarismo de Syriza y Podemos puede acarrear efectos imprevistos y contraproducentes. En concreto, de aplicarse el plan de choque que proponen, las clases populares podrían sufrir un castigo inmerecido (¿?!?&?, cuáles? por qué?) comparable al anterior, o incluso peor, ya que llovería sobre mojado (¿??). De ahí el interés del experimento que se dispone a ejecutar Syriza, si llegase al Gobierno tras las próximas elecciones. La nueva política económica que se adopte podría abortar la incipiente recuperación griega (ah, sí, quién lo dice?…) y, en tal caso, las clases populares más castigadas podrían volver a sufrir nuevas penalidades doblemente inmerecidas.”

        Y eso que este señor es un colaborador en plantilla de El País. Penoso. Vaya si es penoso. Ahora vemos que los medios remedan la política del miedo gratuito que el gobierno está empeñado en imbuir a la población civil, del que no escapan falsos profesionales del periodismo como éste que acabamos de ver. Miedo por otra parte que no es sino una atribución (proyección la llamaban  los psicólogos antes) de su propio miedo. Miedo a perder sus poltronas y privilegios consiguientes.

         Tendremos que vacunarnos contra el miedo con la risa. Aunque eso nos cueste atentados tan salvajes como el reciente de Charlie Hebdo en París.  Porque la risa es lo que más odian los fanáticos, ya que la risa es librepensadora, glosa Manuel Rivas: El miedo. “El miedo al diablo. El temor de Dios. Si Dios se sostiene en el miedo, el verdadero dios sería el miedo”. Pero el miedo paraliza. Y con el miedo los votantes prefieren quedarse como estén. Bloqueados.


Rajoy, cagado de miedo (tiene tantos motivos...) amenaza con el Apocalipsis si llega Podemos: "es una ruleta rusa!"

          Vamos, muchach@s, a reírse tocan! que luego, con las elecciones, sí que nos vamos a reír de lo lindo, de verdad. (Eso espero.)

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