miércoles, 21 de enero de 2015

1021 (X 21/1/15) Geopolítica económica de Alemania en el siglo XXI

Desde su unificación en 1871 Alemania se ha sentido con potencial y recursos suficientes para intentar la hegemonía en Europa. Las coaliciones exteriores de las que ha tenido que defenderse la han llevado a coaliciones con sus vecinos en la Europa central (Mitteleuropa) que comparten su lengua. Los conflictos intraeuropeos tienen aquí su raíz, quedando en meras excusas la lucha en la Alsacia por el carbón, el espacio vital o el pasillo de Dantzig. Las dos guerras mundiales le han hecho tomar consciencia a los alemanes de los desastres a los que les llevó su política geomilitar, que ahora han convertido en geoeconómica.

      La confrontación actual se da entre Mitteleuropa y la Periferia mediterránea, entre los acreedores y deudores. El superávit económico-financiero germano se debe a que los demás países europeos le compran más que le venden a Alemania, se endeudan con los alemanes para poder pagarles, y tienen que priorizar los pagos de la deuda con Alemania por encima de sus propias políticas nacionales. Es un modo de asfixiar sin tanques que resulta sospechosa pues parece una venganza. Su bastión, el Bundesbank (Banco Central alemán), está ubicado en Frankfurt, cerca de la sede del Banco Central Europeo, para que éste no se les vaya de las manos. Y es Frankfurt, y no Berlín, la que marca la política económica europea.


      Nuestro presidente del Gobierno no acaba de alinearse con la coalicíón latina mediterránea (con Francia e Italia, que luchan por una política de expansión y monetaria contra la austérica alemana) inclinándose más bien por halagar a Alemania, no sea que se enfaden. Magnífica visión la de nuestro dirigente a quien no le importa masacrar a la población civil española con tal de complacer a sus superiores al otro lado del Rhin y de los Alpes.

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