lunes, 19 de enero de 2015

1019 (L 19/1/15) Palabras ambiguas que confunden

Que en materia de lenguaje la calle pueda más que la RAE (Real Academia Española, ahí es ná), me encanta. No podría ser de otra manera. Que conceptos tan importantes como matriarcado, religión, mitos…, se degraden en la calle por su uso torticero y acaben significando lo que no tiene que ver con su sentido real, original, cuando no justamente su contrario, eso ya no es de recibo. Y que la RAE los acepte en su sentido degradado, sin informar de su cambio y de su origen prístino, eso ya es inaceptable.

     Tomemos estos tres casos como ejemplo (hay muchos más, claro está):

     Mito se utiliza como “mentira”. Pero el hecho de que se expresen como verdades disfrazadas, como metáforas (sobre todo a efectos pedagógicos, como las parábolas) no tiene por qué asimilarlas a falsedades. Los mitos son el legado cultural, acervo de valores y enseñanzas, información y experiencia de generaciones anteriores, que se expresan a las nuevas generaciones (especialmente a los niños, de ahí su forma de “cuento”) para que un colectivo pueda identificarse consigo mismo y con los miembros que lo componen. Pero de ahí a que se use este vocablo para referirse a “mentiras”, manda huevos.

      Cuando se propone la hipótesis de posibles matriarcados para las comunidades de nuestros ancestros, la palabra no puede ser más aberrante. Pues arrastra las connotaciones de los patriarcados (violencia, competitividad, guerras, caudillos, propiedad privada, monogamia, monoteísmos, mono-todo, esclavos…) que no tienen nada que ver con aquellas hipotéticas sociedades, que yo prefiero llamar “maternales”, gestionadas por mujeres que tendrían que ser las madres. Pero el tema se nos escapa porque sería demasiado largo.

       Y qué me decís de la religión? Al incluir en este término los rituales paganos de la antigüedad, se concluye en lo mismo de lo que se parte, a saber, que el sentimiento religioso se ubica en nuestro ADN más que en nuestra cultura, por lo que puede decirse que es connatural con el ser humano. Y nada más falso. Los rituales paganos eran una práctica de magias que nos dignificaban por ser una actitud de enfrentamiento con la naturaleza, para no amedrentarnos ante ella, para controlarla, mientras que las religiones actuales (monoteístas) nos envilecen ante un dios que nos arrodilla.


       Y cuál es el resultado? el dominio de las mentes a través de la manipulación de las palabras.

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