Así titula Juan José de la Cámara
Martínez, de Guadalajara, su carta al director de un diario, recopilando los
éxitos de este Gobierno en materia de política económica y social:
El Gobierno actual del PP se enganchó
desde el primer momento de la legislatura a llevar a cabo su particular
destrucción basándose hábilmente en un discurso descalificador de adversarios y
competidores políticos por la desastrosa “herencia recibida” del Gobierno de Zapatero.
Ellos eran los únicos salvadores posibles. Ellos saben y todos sabemos que
todos los Gobiernos reciben y dejan herencias. Los de Aznar propiciaron un
crecimiento económico grande, pero insano y basado en las privatizaciones
indiscriminadas de lo público y la gran burbuja inmobiliaria; Zapatero cometió
buenos errores en su etapa final, sobre todo en lo referente a no reconocer la
crisis económica. Rajoy nos deja y dejará una herencia fundamentada en graves
realidades como: austeridad, desigualdad, desaparición de derechos, más
desempleados y menos subsidios de desempleo, pensiones menores, destrozos
injustificables en educación, sanidad, investigación, medio ambiente y energías
renovables; desahucios, deuda pública bestial, un rescate económico de entidades
financieras que tendremos que pagar de forma injusta todos los ciudadanos, un
modelo fiscal regresivo, una desconfianza en la política y una separación
peligrosa de muchísimos ciudadanos de una democracia representativa —la quieren
más participativa—, represión en aumento contra las libertades de expresión,
manifestación y reunión y un largo etcétera. Mucho debería contenerse el
candidato popular a las elecciones europeas, señor Cañete, de hablar de
herencias.
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