Y va ahora el gobierno del PP y, cara a la
campaña electoral para las europeas de mayo 2014, enarbola sus pendones y
proclama, el pecho henchido: corrupción, paro y Cataluña. Son los tres temas
que, según los cerebros de este descerebrado gobierno, venden más en estos
tiempos, y por tanto en ellos habrá de centrarse su programa electoral.
El paro. Ya sabemos que el PP cumple sus programas electorales haciendo
todo lo contrario de lo que prometió, sin por ello ruborizarse lo más mínimo.
Con su gobierno bajaría el paro de inmediato, aseguraron, y al cabo de dos años
lo han incrementado con sus recortes y política austericida en cerca de un
millón más, de 5 a 6 millones de desempleados. Estas cifras se maquillarán
cuanto puedan con los artificios más sofisticados de ingeniería financiera,
estadística y contable, pero la realidad es que ya no quedan muchos que
desemplear, habrá menos parados registrados porque emigran, mueren o
desesperan, borrándose del INEM, y terminarán intentando, y quizás
consiguiendo, hacernos comulgar con ruedas de molino.
Cataluña. Es fácil suponer que seguirán escondiendo la cabeza debajo del
ala como si, ignorando los problemas, éstos se resolvieran solos.
Pero lo de la corrupción es ya el despelote. Corruptos hasta las cejas,
a todos los niveles, sectores, y espacios que se pueda imaginar, se autoproclaman
adalides de la honradez y primeros combatientes contra la degeneración del
sistema. Como mentir del modo más disparatado parece que les va bien, lo hacen
ya con una desfachatez y naturalidad que deja asombrado al más escéptico. Y lo
que hagan, sea lo que sea, ni servirá para dejar de ser corruptos ni cumplirían
ninguna promesa que ahora puedan hacer. Campeones de la mentira, la ambigüedad
y el eufemismo, sus leyes de transparencia aumentarán la opacidad, sus leyes
contra la corrupción les blindarán con la impunidad, y su posible eficacia en
esta estrategia les confirmará que estaban en lo cierto y lo "correcto" cuando
engañaban, sobornaban y aplicaban políticas económicas absurdas y reformas laborales
inhumanas, pues para ellos el fín (éxito) justifica los medios (por perversos
que sean), si sus votos triunfan en las urnas..
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