martes, 29 de abril de 2014

892 (M 29/04/14) La nueva Ley de Seguridad Ciudadana protegerá a los delincuentes


     Desde el comienzo del ejercicio del actual Gobierno venimos avisando sobre su talante autoritario convirtiendo a los policías en sicarios, lo que se ha confirmado a pies juntillas con el proyecto de la nueva ley de seguridad ciudadana.
        Ya en la entrada 538 del 18/12/12 decíamos textualmente:

         “Se nos llena la boca de grandes palabras, como por ejemplo “derechos humanos”, mientras saqueamos a los débiles, aporreamos a los manifestantes, adoctrinamos a la población civil y blindamos con la impunidad a los delincuentes indultados.
     Por ejemplo, el personaje que luce (lucía) como Consejero del Interior de la Generalitat. 1) ya empezó su comisario identificando al ciudadano como el “enemigo”; 2) cuando le denunciamos por infiltrar policías entre los manifestantes pacíficos para alborotar y con ello justificar “reacciones” violentas de la policía, primero lo negó, como hace siempre, luego buscó algún motivo extraño entre los astros y al fin, al ver en un reportaje de la tv que un encapuchado les gritaba a los polis “eh! que soy vuestro compañero!”, lo justificó porque eso es algo que hacen todos los policías en todo el mundo, para “controlar a los manifestantes” y tener una quinta columna entre el enemigo; 3) forzó al gobierno central a indultar a 4 mossos torturadores grabados in fraganti por la cámara de la comisaría (pero no me jodáis tíos, tened más cuidado la próxima vez, joé); 4) le sacan un ojo a una muchacha, Esther Quintana, y perjura que los mossos en esa zona no dispararon…, pero al ver en un reportaje televisivo que sí que dispararon, joé que si dispararon, entonces se sale el nota con el disparate de que le daría un golpe con algo alguien que pasaría por allí, o una porra “de rebote”!; 5) la misma estupidez para explicar los golpes al menor que tuvieron que suturarle 7 puntos en la sien, también sería “una porra policial que rebotó en el suelo”; 6)… vale la pena seguir?
     No es de extrañar que, del brazo del ministro del Interior, se quejaran de las cámaras que graban a los policías golpeando al personal, eso es trampa, así no hay quien pueda sacudir impunemente a mujeres, ancianos y desvalidos, habrá que prohibirlas como sea. Y en cuanto al nota, como él también cobraba del caso Palau (una prenda, vamos), cualquiera se atreve a tirarle de la manta.
     Y a estos mamonazos les seguimos pagando su sueldo tú y yo, tú y yo.”


       Pero no conviene exagerar. No es verdad que esta policía sea tan franquista como la que nos reprimía en tiempos del General. Ahora no son tantos los ciudadanos que mueren a palos a manos de lo policías. Y en cuanto a los manifestantes solamente nos van dejando tuertos.

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