domingo, 17 de noviembre de 2013

867 (D 17/11/13) Un par de “cartas al director”

Un par de “cartas al director” sobre temas actuales
Una, del alicantino Sebastián Fernández Izquierdo, 8/11/13.

¿No hay nadie responsable?

Se construyeron autopistas que no llevaban a ninguna parte. Se hicieron aeropuertos que nadie necesitaba. Se levantaron auditorios y polideportivos que nadie había pedido. Se construyeron grandes e inútiles edificios, carreteras, rotondas, piscinas que nadie utiliza.
     Alguien lo impulsó, alguien lo proyectó, alguien dio el permiso, alguien firmó y, lo que es más probable, alguien mordió. Ingentes cantidades de dinero que nunca llegaremos a conocer se malgastaron, derrocharon, malversaron. ¿Y quién es el responsable? Nadie.
      Se utilizaron organismos e instituciones como las cajas de ahorros en beneficio de los gobernantes de turno en un descarado ejercicio de abuso de poder. Se gestionaron catastróficamente, se saquearon y se hundieron. ¿Y quién es el responsable? Nadie.
    El último ejemplo: la Radiotelevisión Valenciana. Se utilizó de mala manera a capricho del Gobierno autónomo como herramienta política, en lugar de ser gestionada de forma eficiente como el servicio público que debía ser y nunca fue. Imposible saber los millones que ha supuesto, el dinero que se ha tragado. Seguramente había muchos bolsillos que llenar. Ahora resulta que es insostenible lo que fue sostenible durante años. Y con la justificación de que más vale cerrarla que cerrar un colegio o un hospital todo queda justificado. Ya está. ¿Ya está? ¿No hay nadie responsable? ¿Nadie?

Víctimas sin justicia

(De Angela J. Melero Fernández, 8/11/13)

      Entiendo el dolor de las víctimas de ETA y, a un tiempo, envidio su influencia social y política. Pueden protestar porque los asesinos de sus seres queridos solo han cumplido 26 o 28 años de cárcel.
     Yo, a mis 83 años largos, y como yo muchos miles de españoles más, tenemos a nuestros muertos en las cunetas o no aparecen, como es mi caso. Y no podemos protestar porque jamás sus asesinos fueron a la cárcel, porque jamás fueron juzgados ni porque tuvimos que convivir con ellos…
     …todos esos muertos como auténticos patriotas, porque murieron defendiendo la legalidad vigente y son tan mártires —o más— como los que elevan a los altares, porque muchos eran auténticos cristianos practicantes y murieron defendiendo el Gobierno democrático legalmente constituido y la posibilidad de construir una España más justa.

     Y no quiero que nos pidan perdón por tantos años de silencio, sino que se les reconozca como víctimas de una injusticia que perdura en el tiempo.

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