Si insisto en que todos los políticos,
to-dos, son corruptos, pues el cáncer es sistémico y de él nadie ni nada se
libra, ya que el que no roba directamente no denuncia a los que lo hacen, con
lo que es encubridor o cómplice, lo cual también es delito, o en todo caso
utiliza su influencia para favorecer a parientes y amigos, lo que se llama
nepotismo, además de aceptar corruptelas como dietas y desplazamientos…, de las
cuales a la chita callando también se beneficia; si digo todo esto, ello me
obliga a no dejar de denunciar cada día lo que veo, si no quiero formar parte
de la masa canallesca que colabora en el mal con su silencio. Sé que mi voz se
queda corta, y que puede estar clamando en el desierto, pero al menos me sirve
para cumplir con mi parte de responsabilidad en este marasmo y dormir un poco
más tranquilo. Si todos hiciéramos lo mismo, cada uno en lo que sepa y lo que
pueda, unos mediante su actividad en sus entornos privados o públicos, otros en
su creatividad o conocimientos, otros arrimando el hombro en las denuncias y
manifestaciones, si todos y cada uno colaboráramos un poco, estos mangantes del
gobierno no durarían ni tres días.
Así que no me regañéis más ni me digáis que soy agorero y que no debería
criticar acerbamente todo lo que veo, que eso cansa y me hace repetitivo, que
procure polvorear este blog con un poco de optimismo y esperanza. No sé
hacerlo. Al menos mientras siga viendo lo que continuamente veo. Y si este es
el papel que me ha tocado, qué derecho tengo yo a dejar de protestar,
despotricar, si eso es lo que me ha tocado en suerte?
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