viernes, 26 de julio de 2013

756 (V 26/7/13) Cuando lo sagrado se convierte en show


Sagrado es todo lo que se relaciona con la muerte. Y exige reverencia, respeto y silencio. 80 muertos en el accidente ferroviario de Santiago, más 170 heridos, de los cuales 35 críticos, y de éstos 6 niños, exigen mucha reverencia, mucho respeto y mucho silencio. Pero al olor de la sangre acuden los buitres y otros carroñeros.
      A la madre que llora desconsolada la muerte de su hija, el periodista que quiere hacer carrera le espeta a bocajarro “qué se siente?”, apenas conteniendo el latiguillo de “qué sensaciones…” con que suele comenzar sus interrogatorios a los deportistas que ganan una competición. A otra que ha conseguido reconocer el cadáver de su hijo por la verruga de su cara, le pregunta “si le ha dado alegría poder reconocerlo”, a lo que la pobre no sabe qué contestar. “Inmensa”, balbucea, sin saber lo que responde. Estos novatos no saben reconocer las oportunidades para hacer carrera. “Qué pasa que nadie me manda la foto de un cadáver?”, grita un jefe de redacción. “Si no saben fotografiar un cuerpo con sangre, al menos no podrán quejarse de que no haya muertos por todo alrededor! Es que no hay por ahí un puñetero cámara…!”
       La ministra de Fomento, en un alarde de entrega lleva 24 horas sin dormir la pobre, atendiendo a los servicios de rescate y familiares de las víctimas: “Bueno, eso no se lo puedo contestar. Estamos poniendo a disposición de todos los servicios todos los recursos que tenemos, materiales y humanos, pero hasta que la Comisión de Investigación no termine sus indagaciones sobre el accidente y esclarezca sus causas, que instaremos que lo hagan en el menor tiempo posible, no podemos…” Mientras tanto la fotocopiadora de la Moncloa copia y pega el pésame a las víctimas del accidente y escupe las copias (1.000? qué va, por lo menos 3.000 más): “el Gobierno…movilizando todos sus recursos con la mayor profesionalidad… como español y como gallego… y como presidente del Gobierno… la voluntad más firme de apoyar a las familias de las víctimas… por los daños materiales que ha traído el terremoto (sic, se conoce que el original estaba hecho con motivo de un seísmo, concretamente el de Gansu en China). El Presidente del Gobierno visita el lugar del accidente para las fotos reglamentarias acompañado de su séquito central y local con sonrisa contenida, dando a la cámara su perfil bueno, y agradeciendo a sus hados que esta tragedia tape por una horas la que él está sufriendo con Bárcenas y los procesos judiciales en curso. “Para un buen santiaguero como yo…”, no puede evitar intentar protagonismo. Lleva la sonrisa de benefactor, lo que eran los héroes.
       Los presentadores de televisión jadean ahitos por el banquetazo que se están dando todo el día. Buscan culpables, para ofrecer lo mejor de la noticia… ah! y para que este accidente no se repita nunca más. Al cerrar la emisión, tienen que tomar bicarbonato.

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