lunes, 17 de junio de 2013

717 (V 17/6/13) La muerte como base de la estabilidad

La muerte como base de la estabilidad
A este gobierno se le llena la boca de eufemismos y palabras que pronto se vuelven manidas, como por ejemplo la estabilidad. La estabilidad presupuestaria, la estabilidad social, la sostenibilidad...
       El Roto me sorprende cada día. Pero en este caso ha tenido una intuición genial. Puede que solamente haya querido enmarcar la realidad en un contexto funerario, con la estabilidad como ironía. Pero no me parece que se haya quedado en “la paz de los muertos” (¿es sofocando a la plebe como la elite, en la punta de la pirámide, se garantiza su estatus?). Puede haber intuido algo más allá.
            El sentido de la muerte en nuestros antepasados no tenía nada que ver con el que tenemos ahora. Uno de los rasgos del Patriarcado cuyo comienzo situamos en el Neolítico, cuando conseguimos excedentes alimentarios, murallas y ejércitos para defenderlos (y metales para adornarnos, así como el sentido de la propiedad, o sea allá por el año 5000 adne), un rasgo patriarcal, repito, fue la proscripción de la muerte. En Delos, isla donde nació Apolo, no podía morir nadie. Estaba prohibido. Los muertos se enterraron extra muros, declarando así a la muerte fuera de la ley (fuera de la ciudad). Y desde entonces temblamos ante ella. Negándola, nos sometimos fatalmente a ella. Pero no siempre fue así. Por el contrario nuestros ancestros veían la muerte como origen de la vida. Ya hemos hablado del enterramiento como un remedo del ciclo vegetal, inhumando al cadáver-semilla para que se reprodujera en otros miembros de la propia especie, como hacen las plantas todas las primaveras. Y dado que los egipcios se mantuvieron fieles a las viejas tradiciones, no sólo simulaban la ceremonia de la sed del faraón (muerte simulada durante unos días) sino que concentraban su atención en los muertos, especialmente en el faraón, quien encarnaba la representación de su pueblo, para asegurarle la protección y la reproducción de los vivos. (Sobre la evolución de la tumba a templo podéis ver la entrada 686 del 16/5/13.
            “La estabilidad de la pirámide (y de su pueblo) la garantizaba un cadáver en su interior” (en el vientre de la Madre Tierra).  No sé si el Roto quiso llegar a tanto. Pero me dio la base para este comentario.

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