El FMI se apunta a todo y a todo lo
contrario
Ayer nos imponían la
austeridad para alcanzar el objetivo del equilibrio presupuestario (la Deuda,
oh! la deuda! cirugía inevitable: el recorte de gastos) sin el cual no podría
darse el crecimiento económico ni la creación de empleo;
hoy nos amenazan con una depresión
económica crónica de la cual no podremos salir si continuamos en la política austérica suicida que ellos mismos nos obligaron a aplicar ayer, pues lo que
procede en estos momentos es animar la
demanda, ahora se dan cuenta! para lo cual habrá que incrementar el poder
adquisitivo mediante el necesario aumento de ingresos del ciudadano-consumidor;
pero
mañana pontificarán, con
total desvergüenza y descaro, que lo que tenemos que hacer de una vez ya es al
mismo tiempo austeridad y más producción, o sea recortar gastos y consumir más
(¿?#!%&?). Lo que no nos aclaran es si además debemos hacer el pino al
levantarnos por las mañanas y/o pasear a pata coja una hora por las tardes.
Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff |
Cómo
es posible que sigan todavía mayormente convencidos de la necesidad de esa
austeridad a la que se han aferrado como un dogma? Pues porque se impuso la
tesis, científica, matemática, irrefutable, de dos economistas de Harvard,
Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff,
cuyo estudio Growth in a time of debt (Crecimiento en una época de
endeudamiento), a comienzos del año 2010, pretendía identificar un umbral
crítico, un punto de inflexión, para la deuda pública. Una vez que la deuda
supera el 90% del producto interior bruto, afirmaban, el crecimiento económico
cae en picado. Y en el más cruel y disparatado contexto
Thatcheriano-Reaganiano, haciendo de este dogma la Biblia de los economistas
ultraliberales, y dando por supuesto que no cabía ninguna otra alternativa (o
no sería más bien porque así les convenía?), los políticos la han aprovechado
para empobrecer a la población hasta límites inhumanos, lo que bordea el
genocidio.
Y ahora resulta que otros
profesores de la misma Universidad de Harvard han demostrado (o denunciado) que
en el estudio del que habían hecho la Biblia los modernos ultraliberales
economistas, se habían omitido datos, se emplearon procedimientos estadísticos cuestionables
y, lo que es inadmisible y mucho peor, finalmente, sí, cometieron un error de
codificación de Excel (por ejemplo dividir por una suma en lugar de por una
media), lo que ha sido admitido por los propios autores Reinhart y Rogoff,
cuyas conclusiones, corregidas, dan un crecimiento medio en los años estudiados
que, con una deuda superior al 90%, no habría sido del -0,1% sino del +2,2% (!).
Y así, por ejemplo la elevada deuda de Japón es consecuencia de la crisis, no su causa.
Como ocurre con España, que ha
llegado a una Deuda del 90% del PIB, con motivo de las políticas aplicadas,
cuando era un 20% menos hace menos de 2 años.
Así pues, se nos ha vendido la austeridad
con pretextos falsos. Durante tres años, el giro hacia la austeridad se nos ha
presentado no como una opción sino como una necesidad. Los responsables
políticos abandonaron a los parados y tomaron el camino de la austeridad porque
quisieron, no porque tuviesen que hacerlo.
La hoja Excel (de cálculo) de marras |
N.B.:
Contra esta doctrina tan aberrante como disparatada, que tanto daño nos ha
hecho y sigue haciendo en la Europa periférica y que encima fue fruto de
estudios sesgados, erróneos y tendenciosos, disparan con bala varios autores
cuya lectura recomendamos a los interesados en el tema. Solamente en
un día, el domingo 21/3/13 en el diario El País, pueden
leer: La
Depresión del Excel, de Paul Krugman; La teoría del exceso de deuda pierde un asalto, de
Alejandro Bolaños;
Una Semana
Espectacular, de Soledad Gallego Díaz, Las
consecuencias económicas del Excelgate, de José
Ignacio Torreblanca, o el ataque demoledor de Josep Ramoneda en su artículo Obedecer y morir contra el Homo Oeconomicus de Thatcher-Reagan, en
En cuanto a la tabla (de cálculo) Excel de
marras puede verse en:
http://blogs.elpais.com/.a/6a00d8341bfb1653ef017d43006130970c-pi
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