jueves, 6 de diciembre de 2012

526. reflexiones y otros disparates del día (6/12/12)

1. El trilero de Frankfurt
(Y su asistente el hispánicus Mon-toro.) Es el título de una nueva leyenda por configurar. Se trata de un mangante estafador alemán que le prestó dinero a un estúpido español. Durante años la deuda se renovaba en beneficio de los dos. Hasta que un día al alemán se le ocurrió la perversa idea de condicionar la refinanciación a que el deudor se fuera despojando de sus prendas y posesiones, que luego él adquiría a bajo precio hasta quedarse con todo el patrimonio del imbécil estafado. Y digo imbécil porque aceptó las condiciones cuando podía haberlas rechazado e incluso haber amenazado con no pagar la deuda si no se reducía su importe. El estafador es el alemán, el estafado el español, la deuda es laSoberana y las condiciones impuestas los ajustes y recortes. La realidad era justo la contraria: eran los Bancos alemanes los que estaban en quiebra, lo sabían? O al menos los estarían si los fuertes créditos concedidos a la banca española, en la época de la burbuja inmobiliaria, no hubieran sido pagados. Para no refinanciarla ellos de nuevo idearon este diabólico sistema: congelar la liquidez del euro que pasó a ser una moneda distinta según el país que lo necesitara; utilizar el dinero del Banco Central llamándolo “Rescate” que servía para que los bancos alemanes cobrasen sus préstamos; al mismo tiempo exigían unas condiciones que empobrecen a nuestro país y a nuestras empresas haciéndolas atractivas para su compra por ellos (inversiones extranjeras lo llaman) ya que sus costes y salarios estarán disminuidos. Y encima ellos quedan como salvadores. Pero qué habría pasado si no hubiéramos aceptado aquellas condiciones? Que los perjudicados habrían sido los bancos alemanes, y no nosotros, al no poder cobrar sus créditos. Eso nos habría permitido exigir, imponer, un euro con liquidez ilimitada que lo habría convertido en una moneda real europea. Y con ella la prima de riesgo se habría desinflado sola como una pompa de aire que es. Y en último caso, si se hubiera llegado al estallido de una crisis financiera paneuropea, siempre habría cabido salirnos del euro y pagar nuestras deudas en pesetas. Que no habría hecho falta porque nunca habrían aceptado llegar hasta ese extremo. Que hubiera sido un farol? Y qué ha sido, si no, lo contrario? Un farol alemán! Lo peor de este cuento malévolo es que los prestamistas, jugando a ser trileros, y visto el catetismo de los estafados, rizaron el rizo haciendo malabarismos con la Deuda, asegurándola a la baja, con lo cual se autocumplía la promesa de deteriorarla, que si la prima de riesgo por aquí, que si la prima de riesgo por allá, y la prima de riesgo siempre desaparecía porque sencillamente no existía. Era un fantasma creado por nuestro propio miedo. Y nuestros economistas y políticos dándoselas de listos.

2. La sociedad civil está a punto de estallar
Podemos partir de unos supuestos, por lo mayoritariamente aceptados. Uno, que los políticos son el problema: por su ineptitud, su corrupción, incapacidad intelectual y errores sistemáticos. Dos, que no nos representan. Tres, que no tienen ni idea de lo que hacen ni de lo que hablan, que además siempre es mentira. Cuatro, que la brecha entre ricos y pobres se ensancha, tanto que está a punto de estallar. Cinco, que los políticos, ciegos, hipnotizados mirándose el ombligo (sus privilegios y prebendas), no tienen ojos ni tiempo más que para representar la dramaturgia (que ya ha pasado a ser  tragicomedia) de su propia supervivencia. Seis, que los recortes y reajustes, además de inútiles y disparatados, se han cebado en los más débiles. Siete, que en el nuevo sistema de valores las ganancias de los ricos son más importantes que las vidas de los pobres. Ocho, que el paro, que es el problema principal, va a empeorar, lo que provocará un estallido social. Nueve, que nos quieren poner a toda costa una venda en los ojos y otra en la boca, criminalizando las protestas y abduciendo los medios para imponer la censura ideológica, la propaganda política y el lavado de cerebros. Diez, que lo peor está aún por llegar. Esto los políticos deberían saberlo. Y en ese caso hace falta mala leche. O no lo saben, y en ese caso deberían dejar sus puestos por imbéciles. No cabe otra solución en lo económico que frenar la barbaridad de la política de ajustes y recortes y sustituirla por otra de crecimiento económico. Y en lo financiero una política común centralizada en Bruselas (no en Frankfurt! sino en Bruselas) con un solo euro “europeo” de liquidez ilimitada. Pero para esto tenemos que prescindir de nuestros políticos y técnicos actuales en un proceso de regeneración política total. Un ejemplo reciente y candente puede ilustrarnos sobre su incapacidad para sacarnos del agujero.
3. El enemigo

Así nos calificaron, a los ciudadanos, las autoridades catalanas encargadas de mantener el orden público en las calles a porrazo limpio, sin miramientos a edad, género o posibles discapacidades. El “enemigo” también lo tenemos identificado nosotros: nuestro “enemigo común” es la clase política. Y a ese enemigo común se refiere Charo Martínez Alvarez, profesora de Lenguas y Cultura clásicas en Madrid, en los siguientes términos: Si Grecia pudo con Persia fue porque todas las ciudades-estados se unieron contra ellos, como enemigo común. (Aunque habían también otros factores, como que la coalición panhelénica la dirigiera el núcleo cultural griego que era Atenas y que los griegos eran ciudadanos y los persas mercenarios y que los griegos tenían una quinta columna de jónicos de la Anatolia actual entre las filas persas, pero bueno). Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con la paralización de los desahucios, gracias al clamor popular.
          Lo que quiere decir Charo, imagino, es que conviene aunar  esfuerzos de las mareas blanca (sanitarios), verde (educación), negra (funcionarios), azul (mineros), naranja (servicios sociales)… además de los comerciantes (por el IVA), las farmacias por impagos, los bancarios por cierres masivos de oficinas bancarias, los miles de pequeños ahorradores por estafas de banqueros en sus inversiones…, porque luchando cada sector por sus problemas armaremos mucho ruido, sí, pero juntos todos podríamos provocar la condena total de la clase política y la dimisión, añado yo, en pleno del gobierno.
      (Nada que objetar, Charo, estamos contigo. Pero sólo me permito una reserva, pedante, pero que la voy a soltar: Grecia fue grande mientras los griegos mantenían su vinculación umbilical con sus ciudades-Estado y los dioses de su ciudad, que era su Ley. Para mí que fue el panhelenismo de Alejandro Magno el que destruyó ese vínculo y provocó la caída de los griegos ante los romanos. Lo cual no quita que este enemigo común nuestro ahora requiera de nuestra fuerza total globalizada.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario