Hoy va de palabros raros: creencias, memes y mitos
1. Creencias pretendidamente racionales
Cuál es la edad
de nuestro planeta?, le preguntaron a un senador republicano en USA. Respuesta:
“Yo no soy científico, hombre. Es uno de los grandes misterios. Los teólogos lo
están discutiendo”. Las muchas Universidades creacionistas (la gallina fue
anterior al huevo) donde no se enseña a Darwin, llegan a afirmar que el mundo
sólo tiene 6.000 años. Y proscriben la enseñanza de la evolución comparándolas
con las tácticas de adoctrinamiento comunista. Y por qué lo hacen? Porque creen
que tales ideas pueden socavar la fe de los niños en lo que sus padres les han
dicho que crean. Los creyentes cuando se enfrentan a pruebas que niegan sus
creencias, niegan las pruebas.
2. Los memes, genes mentales
Charles Darwin
estableció la ortodoxia evolutiva radicándola en los genes, sin influencia de
los rasgos adquiridos. Ya en su tiempo Lamarck se atrevió a decir que los
cambios producidos en los individuos de una especie, a lo largo de su vida,
pueden ser heredables. Algo así como que si una jirafa debe extender el cuello
un poco más largo para alcanzar la comida en la rama de los árboles, sus
vástagos pueden nacer con el cuello más largo. Lamarck fue proscrito por
heterodoxo, pero ahora lo estamos recuperando. Las modernas teorías de la
epigénesis van en esa dirección, lo cual nos deja más tranquilos. A estas dos
“heterodoxias” podemos añadir una tercera que, rechazada por los eximios
académicos, a mí me reconforta. Se trata de los memes, algo así como “genes mentales”, que teniendo su origen en la
cultura y no en la biogenética, vga.: el lenguaje o la religión, son
heredables. (Richard Dawkins, El Gen
Egoísta, 1976).
3. La degradación del término “mito”
”Mentiras aceptadas”, “leyendas”, “ídolos objetos de culto” y cada vez más otras nuevas acepciones, degradan este vocablo que en su origen es un relato con interés pedagógico que intenta explicarnos nuestro origen (tanto de la Humanidad como de las ciudades o del Cosmos) y servirnos de acervo cultural como instrumento de supervivencia. Pertenece, pues, a nuestra memoria colectiva. Su expresión mediante fábulas o metáforas ha permitido confundirlo, erróneamente, con lo falso. Y con esa acepción lo vemos, con pena y con horror, que es utilizado cada día más asiduamente.
P/S.: Concurso literario, de sátiras, prosa o poemas.
Se propone un abanico de términos que identifiquen a este gobierno coñazo, con sus tasazos (judiciales y universitarios) y arancelazos (registro civil), que soluciona las corrupciones dándoles carpetazo y gobierna a golpazos de decretazos y porrazos de los policías, con jefazos que disfrutan de sueldazos y cochazos, en espera de que se den el batacazo.
”Mentiras aceptadas”, “leyendas”, “ídolos objetos de culto” y cada vez más otras nuevas acepciones, degradan este vocablo que en su origen es un relato con interés pedagógico que intenta explicarnos nuestro origen (tanto de la Humanidad como de las ciudades o del Cosmos) y servirnos de acervo cultural como instrumento de supervivencia. Pertenece, pues, a nuestra memoria colectiva. Su expresión mediante fábulas o metáforas ha permitido confundirlo, erróneamente, con lo falso. Y con esa acepción lo vemos, con pena y con horror, que es utilizado cada día más asiduamente.
P/S.: Concurso literario, de sátiras, prosa o poemas.
Se propone un abanico de términos que identifiquen a este gobierno coñazo, con sus tasazos (judiciales y universitarios) y arancelazos (registro civil), que soluciona las corrupciones dándoles carpetazo y gobierna a golpazos de decretazos y porrazos de los policías, con jefazos que disfrutan de sueldazos y cochazos, en espera de que se den el batacazo.
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